El vestuario verdiblanco regresaba de Santander feliz por el triunfo y por acariciar el objetivo del ascenso, casi matemático ya. Al mismo tiempo, ello servía para valorar la importancia de los puntos y la dificultad de hacerlo con tantos esfuerzos acumulados.

A pesar de la comodidad del triunfo por lo holgado del marcador, Bruno dio valor a lo hecho por el Betis en Santander. "Sabíamos que ellos aquí en su campo iban a apretar, se juegan la vida. Sabíamos que íbamos a sufrir", explicó el defensa tinerfeño con el gol inicial del Racing en la cabeza. Luego se refirió al tanto que él anotó y que supuso el empate. "Metí la cabeza como pude", comentó. Seguidamente, fue preguntado por si en el descanso Mel mostró su enfado para que el equipo cambiara en la segunda parte: "Él se enfada siempre, pero es normal que suframos, el otro día hicimos un gran esfuerzo a 40 grados y las piernas no van igual".

Bruno ya piensa en la fiesta del ascenso en el próximo encuentro en el Villamarín, siendo partidario de celebrarlo. "Es muy largo esto, por suerte jugamos en casa ante la afición y desde aquí tengo que pedirles que se animen y que acudan para estar con el equipo. Nosotros somos los primeros que queremos que esto acabe ya porque no es normal que con los puntos que llevamos nos estemos jugando la vida aquí", explicó antes de terminar con un guiño a la afición del Racing. "Un club como el Racing no se merece por lo que está pasando por errores que han cometido otros", puntualizó.

Jorge Molina, autor del cuarto tanto, un golazo, también espera un gran ambiente en Heliópolis. "Nos gustaría ver un gran ambiente el próximo domingo en el Benito Villamarín. A lo largo de toda la temporada hemos recibido el apoyo de la gente y esperamos que ante el Alcorcón sea igual. Creemos que se pueda certificar el ascenso para celebrarlo todos juntos. El domingo va a ser un partido bonito", explicó el delantero de Alcoy.

El goleador valora enormemente la cifra de 81 puntos a la que ha llegado el Betis de Mel, a su juicio, fruto de la exigencia que hay en la categoría y el ritmo que imponen los equipos que están cerca en la lucha por ascender. "Durante toda la temporada los resultados decían que la media de puntos sería alta al final. Nosotros estamos haciendo lo nuestro, ganar, porque los rivales directos venían apretando", aseveró.

En el plano personal, Molina se muestra "contento porque la pelota está entrando". No obstante, su pareja de baile en el ataque sigue sumando dianas y ayer llegó a los 30 goles. "Está complicado picarse con Rubén (Castro) -sonrió- y quedan tres partidos más. Ojalá que marquemos cuantos más goles mejor porque serán puntos para el equipo".

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