Benoit Tremoulinas conoce el paño. Estuvo una temporada en el fútbol ucraniano, aunque en el Dinamo de Kiev (2013-14) no confirmara la progresión de sus años dorados en el Girondins de Laurent Blanc. Y advierte de que ya en su corta experiencia comprobó que el Dnipro es pura roca: "Es un buen equipo, defensivo, que juega muy unido, los jugadores están muy concentrados, son solidarios y van a muerte a cada pelota. Será una final muy difícil". Y sale el nombre de siempre así a bote pronto: "Konoplyanka es su jugador más peligroso".

No obstante, el lateral francés acaba la temporada como un tiro después de superar sus problemas musculares. El último de los 116 goles que lleva el Sevilla esta temporada así lo reflejó, con ese eslalon diagonal y su pase a Aleix Vidal para que hiciera el 0-3 en Málaga. El internacional galo hace extensivo el estado de forma a toda la plantilla: "El grupo está preparado, estamos muy bien de cabeza y de piernas y afrontamos la final con las mejores garantías por nuestra parte, lo que pasa es que enfrente hay otro buen equipo que llega lanzado y cargado de ilusión".

Los jugadores tienen espejos donde mirarse cuando cincelan su estilo. Y Tremoulinas tuvo la fortuna de tenerlo muy cerca, en los potreros del Girondins. Era Jerome Bonissel, aquel lateral que triunfó en el Deportivo cuando los gallegos eran alguien en la Liga de Campeones. "Era un referente para mí cuando yo era un chaval de los escalafones inferiores del Bordeaux (estuvo siete años en la cantera, hasta debutar con el primer equipo en 2007) y él era el lateral izquierdo del primer equipo durante esos años de formación (desde 1999 a 2003). Tengo buena relación con él porque me dio muchos consejos sobre cómo subir la banda, cómo atacar y cómo golpear la pelota en los centros cuando ganaba la línea de fondo".

Y, de hecho, uno ve vídeos de Bonissel, de aquel lateral punzante de Riazor, y está viendo la mejor versión de Tremoulinas. "Me ayudó a atacar continuamente, subía mucho una y otra vez, para mí es alguien muy importante en mi etapa de formación, cuando aún era muy joven". ¿Y quién es el mejor lateral izquierdo hoy? "No me atrevería a decirlo"... Sólo tiene claro que Bonissel le marcó el camino para buscar, y ganar, la línea de fondo.