En las muchas conversaciones que Unai Emery ha tenido con Monchi, tanto en Marruecos antes de firmar su renovación, como en Sevilla el día de la firma, el técnico ha conseguido la promesa del director deportivo de acelerar la planificación. La temprana fecha de la Supercopa de Europa, el 11 de agosto, y del inicio de la Liga, apenas cuatro días después del partido ante el Barcelona, han instado a los dos máximos responsables técnicos a concretar la base del equipo antes de que termine julio.

El verano pasado, Emery en una fecha similar (12 de agosto) aún no tenía a algunas piezas clave para disputar la Supercopa. Banega firmó unos días después, al igual que Deulofeu, quien por aquel entonces estaba llamado a ser un fichaje estrella, y Mbia no lo haría hasta el penúltimo día del plazo. El técnico quiere contar con toda la columna vertebral del equipo mucho antes. Y Monchi tiene muchos pasos adelantados en la planificación.

Esta semana puede ser decisiva para que lleguen los dos principales refuerzos para la mediapunta, Kakuta y Konoplyanka. Además, Monchi trabaja en las primeras opciones para reforzar los puestos de central, lateral, medio centro y delantero. En este caso, Monchi y Emery cuentan con que Bacca continuará en el equipo. De momento no ha llegado ninguna gran oferta y la primera amenaza seria, la del Milan, se ha diluido con el fichaje de Jackson Martínez por los rossoneri.

De momento, al Sevilla no ha llegado ninguna oferta firme por el colombiano, que ayer debutó en la Copa América frente a Venezuela formando la pareja titular de ataque junto a Falcao. El torneo americano supondrá una nueva amenaza de mercado para Bacca, pero el club tiene clarísimo que remitirá a su cláusula de rescisión en cuanto llegue un acercamiento. La apuesta por su goleador es un riesgo asumido en el Sevilla, que cuenta con él como el mascarón de proa del proyecto, fortalecido por el título europeo y la participación en la Champions.