El equipo masculino norteamericano de relevos 4x100 fue eliminado por primera vez en la historia en las semifinales de un Mundial. El oro en la final se lo llevó Francia reeditando su título conquistado hace dos años en Barcelona por delante de Italia y Rusia. El cuarteto galo, con Metella, Manadou, Gilot y Stravius, marcó 3.10,74 minutos y dominó la situación. También estuvo igualado el duelo entre italianos (3.11,19) y rusos (3.12,53), resuelto al final a favor de los transalpinos, pese a la reacción final de Vladimir Morozov que levantó al público de sus asientos.

Los estadounidenses, que nadaron en semifinales con Jimmy Feigen, Anthony Ervin, Matt Grevers y Conor Dwyer, marcaron 3.16,01 minutos y fueron undécimos sobre un total de 30 equipos.

Se trata de la primera vez que Estados Unidos queda fuera de una final mundialista desde el inicio de los campeonatos en 1973 (Belgrado). Desde entonces, los norteamericanos encadenaron oros desde 1973 hasta 1998, pero en 2001, en la edición que se disputó en Fukuoka (Japón) fueron descalificados por haber incluido en el equipo a un nadador que no estaba inscrito en la competición para esa prueba.

La primera derrota de los yanquis en esta prueba llegó un año antes en Sidney, cuando fueron derrotados por el cuarteto australiano capitaneado por Ian Thorpe. En el Mundial de Barcelona, Estados Unidos fue derrotado en la final por el equipo francés, con Rusia en tercer puesto, que Italia fue la novedad en el podio de Kazán.

Ona Carbonell hizo un balance positivo a nivel personal de los Mundiales de Kazán (Rusia), de los cuales se despidió con las dos preseas que de momento suma España en el medallero, al tiempo que explicó que el equipo nacional lleva una "dinámica inmejorable y los resultados van a llegar seguro más adelante con el trabajo".

"Sabíamos que iba a ser un Mundial muy complicado. Hay un magnífico trabajo que nos sirve de feedback de jueces y entrenadoras. Necesitamos tiempo. La dinámica es inmejorable y los resultados van a salir", explicó la medallista de plata y bronce en estos Mundiales, quien firmó además dos quintos puestos en dúo libre y técnico. En esa línea, la catalana apuntó que el equipo español de sincronizada necesita tiempo para crecer y ganar experiencia. "Era importante la imagen aquí, porque el equipo libre sigue y se cambiarán los dúos y el equipo técnico. Hay que mejorar la ejecución y la técnica", indicó.

"El grupo es joven, pero no es sólo la edad. Cuenta también la experiencia y el consolidar una pareja. No sólo es una coreografía, es una forma de nadar. Ningún trabajo da sus frutos al momento. Japón lleva cuatro años trabajando así", añadió Carbonell, que reconoció que son razonables las dudas en un equipo que cerró el sábado su participación con otro quinto puesto en la final de combo. "Lo entiendo y lo mejor es que en las nadadoras hay autocrítica. En Kazán, por ejemplo, le hemos dado la vuelta y estuvimos por delante de Ucrania. Hay que saber ganar y, en esta ocasión, hay que saber perder. Todo es un aprendizaje", finalizó la barcelonesa, que inicia ahora la preparación para los Juegos de Río de 2016.