Con un despliegue de potencia, Rafael Nadal venció por un doble 7-5 a Fabio Fognini en la final del torneo de Hamburgo y alzó su tercer título en una temporada discreta que lo vio caer hasta el décimo puesto del ranking.

El ex número uno del mundo, primer favorito del torneo, necesitó 2:34 horas para deshacerse del número 32 del escalafón y coronarse por segunda vez campeón sobre la arcilla alemana tras 2008, cuando venció a Roger Federer. "Fue un partido excepcional porque los dos luchamos mucho. Es un título importante para mí", dijo Nadal, que se lleva 500 puntos que le aúpan al noveno puesto de la ATP.

Ante la mirada atenta de su padre, el balear jugó muy concentrado pero también mostró respeto hacia Fognini, campeón de Hamburgo de 2013, que este año le infligió dos dolorosas derrotas sobre tierra, en Río y Barcelona.

Los rivales se rompieron mutuamente el servicio hasta el 2-2. Pero con una derecha segura y mucha agilidad, Nadal frustró los intentos del italiano de hacerse con el control del primer parcial. En el segundo parcial, el español tomó ventaja. Su adversario se recuperó con dos rupturas de saque y estuvo cerca de igualar el duelo, pero al final perdió dos bolas de set y fue derrotado.

La tensión del partido en los games finales quedó reflejada en un inusual enfrentamiento verbal entre los dos tenistas. Fognini se quejó al juez de silla de que su rival era demasiado lento en sacar, lo que provocó un airado intercambio de palabras en español durante un cambio de lado.

"Estoy motivado como hacía mucho tiempo que no lo estaba porque he tenido un año duro", declaró Nadal tras alzar el trofeo. "Los puntos son importantes porque me quiero clasificar para el Masters en Londres".

El jugador de 29 años está dispuesto para ello a exigir más al cuerpo pese a las lesiones que lo acompañaron en los últimos tiempos. Este fin de semana dio un susto en la semifinal al quedarse sin respiración y ser atendido por una contracción muscular en la zona de las costillas. "Me costó respirar pero no es un gran problema", contó. También el hombro le generó dolores. "No pude entrenar bien el servicio", admitió.

Pero la rodilla y la espalda parecen estar bien, lo cual es una buena señal de cara a las próximas semanas, en las que puede seguir sumando puntos, especialmente en el Abierto de Estados Unidos, en el que estuvo ausente el año pasado por problemas de muñeca, y aspirar a participar en la Copa de Maestros.