Recién llegado a Rota, su lugar de veraneo, un mito del cajismo como Raúl Pérez, responsable de Relaciones Institucionales del club, atiende las preguntas de este medio para expresar su honda preocupación, extendida a muchos sevillanos sean o no aficionados al baloncesto, por los momentos que vive la entidad.

"La incertidumbre está en el aire, como se suele decir", expone quien fuera un especialista en el lanzamiento exterior durante los 12 años que compitió para el Caja en la ACB, a los que añadió otros cinco en Valladolid. "Estamos a la espera para ver cómo se soluciona el tema. Está claro que el presidente, Fernando Moral, ha estado moviéndose en la sombra, sin querer dar un ápice de información, hasta que no haya algo cerrado y hay que estarle agradecido tanto a él por su gestión como a Caixabank. Él, como todos, quiere que haya baloncesto, pero el fondo de todo es el dinero".

¿Pasa por su cabeza la desaparición del Caja? "En la mente de todos está que la realidad es dura y difícil. Esperemos que lleguen a buen puerto las negociaciones y el club siga adelante. No me imagino Sevilla sin este pabellón a reventar; por mucho que se diga, yo he pasado por todo aquí, desde jugar una final de Liga a pelear por el descenso, y hemos metido a seis o siete mil personas. Eso no es fácil y significa que Sevilla responde y no merece quedarse sin baloncesto".

Palpa Raúl Pérez, una persona muy conocida y querida, el cariño hacia una entidad histórica: "A diario me preguntan por el Caja desde hace meses, desde familias, vecinos, aquí en la playa... La gente está preocupada aunque no tenga nada que ver y sean futboleros. Siempre he dicho que en la ciudad, aunque es muy del Sevilla y del Betis, la palabra Caja está ahí. Aun así, es evidente que la situación no es nada fácil y que Fernando lleva muchos meses trabajando para que la ciudad pueda continuar con baloncesto de alto nivel".