Alivio. Profundísimo alivio. Es lo que reflejaba Unai Emery cuando se sentó ante los medios de comunicación para analizar ese desbocado partido que puede marcar un antes y un después. "Ante un gran rival y con un partido muy difícil, nos hemos encontrado dos facetas muy importantes, la intensidad y la agresividad. Eso es un trabajo de adaptación para algunos difícil y exigente. Unos lo llevan encima y otros lo tienen que aprender. El vestuario es fuerte y estamos dispuestos. Hay muchas opiniones y especulaciones, pero además de maduro, es un vestuario que tiene experiencia", analizó el vasco mientras se descargaba de la tensión vivida. Y padecida.

Se congratuló el de Fuenterrabía de que al fin, en su dilatada trayectoria como preparador, haya vencido al Barcelona: "Hemos hecho buenos partidos para ganarle el Barcelona sin lograrlo. Maneras de competir de la temporada pasada no resultan y hay que encontrar otras. Hoy (por ayer) hemos encontrado una solución pero hay que seguir buscando para los jugadores, para el equipo... Enseñarlo a cómo competir. Ya estamos buscando soluciones".

Fue muy distinta la imagen que ofreció el Sevilla en Turín y la que mostró sólo tres días después. Reflexionó al respecto Emery: "En el partido de la Juventus no encontramos recursos. El año pasado, partidos de esos, también los ganamos. Haciendo partidos fuertes en defensa y saliendo al contragolpe. Tenemos que seguir buscando soluciones. Encontrar las respuestas ofensivas. Hoy era diferente. Eran dos equipos diferentes a pesar de ser finalistas de la Champions. Había que hacerle al Barça una presión más intensa". Fundamental fue esa actitud más agresiva: "Va en el ADN el juego agresivo y hay futbolistas que lo tienen y otros que no. Crear un equipo intenso supone que, o tienes los jugadores, o los que no son los vas trabajando y tienes un proceso".

Tuvo palabras para uno de los protagonistas, Sergio Rico, en el foco de uno de los debates que marca la actualidad sevillista, como es la respuesta en la portería: "Ya lo he explicado varias veces. Es un proceso. Hoy, que ha hecho un gran partido y nos alegramos todos, sigo pensando lo mismo. Algo que me ha gustado es que celebre con rabia una parada y eso es crecer en carácter. Todos los partidos son una prueba". También para N'Zonzi, quien curiosamente no va al remate a balón parado pese a su estatura. Lo argumenta Emery: "En las faltas a favor ya suben seis futbolistas y si lo hiciera N'Zonzi serían siete".