El fichaje de Sergio García ha significado un cambio en el ánimo tanto de los aficionados como de la plantilla, al entrar de nuevo el Betis en la pugna por jugadores requeridos por equipos de gran nivel. Y la evolución del delantero encuentra vinculación con Lorenzo Serra, un entrenador que forma parte de la historia del equipo verdiblanco.

Todo se remonta a 1999, cuando Serra se encarga de coordinar la cantera del Barcelona. El técnico presencia una serie de encuentros de la Damm y queda prendado del talento de un menudo delantero. Serra pide informes y se encuentra con que ese jugador ya había pertenecido a la cantera azulgrana, pero se le había dado la carta de libertad. Sergio García había llegado con 10 años procedente de la Damm, pero tres años después regresó al mismo club. Hasta que Serra se cruzó en su camino. "Le vi jugar dos partidos y hablé con su padre para que volviera al Barcelona, como así fue", comenta Serra, que siempre alabó las condiciones del ahora delantero bético.

"Se trata de un jugador con una capacidad extraordinaria, que hasta ahora no había tenido el reconocimiento que se merece, aunque el último año pudo mostrar su talento y habilidad", afirma Serra, que analiza las cualidades de Sergio García y los diferentes obstáculos que se ha ido encontrando en su carrera: "Es muy versátil. Puede jugar de punta, segundo delantero o por ambas bandas y jugando con regularidad puede mejorar mucho más. Es muy rápido y con talento y hay que reconocer que el Betis ha hecho un buen fichaje. Desgraciadamente para él, la temporada pasada se encontró con grandes futbolistas en el Zaragoza, como Oliveira y Milito, y con la decepción del descenso. De todas formas, lo pude ver jugar varias veces y acabó incluso desplazando a Oliveira del equipo, algo que no es fácil de conseguir".

La afición verdiblanca ha recibido a Sergio García como el nuevo Alfonso, ante la ausencia de un referente nacional. Igualar los registros goleadores del madrileño en el Betis no es tarea fácil, pese a que Sergio García aparece como uno de los máximos realizadores de la historia de la cantera del Barcelona, donde alcanzó una media de 30 goles por temporada.

El propio Serra, con el que Alfonso alcanzó su mayor rendimiento como profesional, establece las diferencias entre ambos. "Son jugadores con un gran talento, pero quizás Alfonso tenía algo más de gol. A lo mejor jugando todos los partidos Sergio puede mejorar su rendimiento goleador, pero Alfonso estaba un punto por encima. Era distinto", admite el mallorquín. Si, en la temporada 96-97, Serra consiguió obtener la mejor versión de Alfonso para el Betis, tres años más tarde rescató a Sergio García para el fútbol de élite. Nueve años después, el catalán continúa la estela del madrileño como ídolo del beticismo.