Sin prisa pero sin pausa. Así viene trabajando Miguel Torrecilla desde incluso antes del pasado 4 de mayo, cuando fue presentado como director deportivo del Betis. El salmantino, en absoluto consenso con el entrenador, Gustavo Poyet, tiene definidos los parámetros de los jugadores que quiere en su proyecto y la polivalencia es una de las virtudes principales que se pretende en el equipo de la próxima temporada. Así lo ha verbalizado el propio Torrecilla en cada comparecencia y así se desprende de la lista de jugadores con los que cuenta de los que tienen contrato con la entidad verdiblanca. Incluso los que aparecen en la lista de preferencias, como el chileno Felipe Gutiérrez, responden a esas deseadas cualidades.

En la zaga, Torrecilla aseguró contar con Bruno, Pezzella y Piccini, y tanto el tinerfeño, que esta misma temporada ha jugado tanto de central como de lateral, como el italiano, que se adapta a varios sistemas, responden a ese perfil polivalente, una circunstancia tenida en cuenta a la hora de confeccionar la plantilla.

En el centro del campo ocurre una situación parecida. Tanto N'Diaye como Petros se adaptan a diferentes esquemas tácticos, a la vez que el francés puede actuar de central si fuera necesario. En los casos de Dani Ceballos y Fabián, más de lo mismo. De hecho, en la pasada Liga, el utrerano, que se estrenaba en la máxima categoría, se ha desenvuelto en distintos perfiles, ya fuera como medio centro puro, mediapunta o partiendo desde una banda. El palaciego, por su parte, ha participado en una posición más adelantada, aunque sus cualidades se contemplan más provechosas cuando su físico le permita retrasar su ubicación en el campo.

Los jugadores de banda que de momento siguen en la plantilla verdiblanca también responden a ese deseado perfil. Cejudo ha ocupado posiciones distintas en ambas bandas, tanto de lateral como de volante, mientras que el propio Joaquín incluso ha participado como segundo punta, además de sus habituales salidas desde ambas bandas. El deseo de contar con Musonda aparece ligado a esa apuesta por la versatilidad. El belga, con velocidad y desborde, ha actuado en ambas bandas, aunque la mediapunta tampoco es un puesto desconocido en su carrera.

Todas estas cualidades fueron tenidas en cuenta tanto por Torrecilla como por Poyet a la hora de confeccionar su lista de jugadores para el año próximo. La idea es la de reducir el número de componentes del primer equipo, de ahí que se pretenda que un mismo jugador pueda desenvolverse en distintas posiciones con un buen rendimiento.

"La obligación es formar una plantilla en la que los jugadores que lleguen hagan crecer el nivel y aumente la competitividad sana en todas las posiciones. Si logramos eso, habrá una competencia interna en las posiciones para que el equipo crezca y para que también Gustavo Poyet pueda elegir diferentes sistemas de juego", expresa Torrecilla, reconociendo ese deseo de contar con jugadores polivalentes.

De los futbolistas que se manejan para incorporar a la plantilla ocurre una situación similar. Ahí está el caso de Felipe Gutiérrez, el centrocampista chileno del Twente, que puede desempeñar tanto la labor de pivote como la de acompañante del mismo. Pese a su escasa estatura, Gutiérrez destacada por su sentido táctico y capacidad de colocación, dos virtudes muy tenidas en cuenta por Poyet para el centro del campo que pretende en el Betis. Y es que tanto el técnico como Torrecilla quieren una plantilla versátil para el nuevo proyecto.