Después de su extraordinaria gestión a las riendas del Betis B, la aclamación entre los aficionados que siguen de cerca al filial es prácticamente unánime. El descenso no ha sido obstáculo para que, tanto desde el respetable como desde el club, la renovación del entrenador de Gerena sea una cuestión prioritaria. También lo es para Romero, quien vuelve a tener cita hoy en los despachos del Benito Villamarín para seguir aproximando los términos.

Las dos partes, Betis y entrenador, quieren la renovación, apuntan fuentes cercanas al preparador gerenense. También es cierto, aseguran desde su entorno, que Romero cuenta con "ofertas importantes" remitidas por dos clubes. De ahí que la renovación o no renovación sea cuestión de días -al principio de la semana próxima, se estima-, ya que las entidades interesadas necesitan saber lo antes posible para poder planificar adecuadamente la próxima pretemporada. En cualquier caso, no es Romero un tipo que atienda a los ceros de un contrato como principal fundamento. Los valores que persigue son otros, valores que el nuevo Betis está en disposición de ofrecerle.

A la cita de hoy llegarán las dos partes con gran una parte de la negociación avanzada. No hay tantas diferencias como se ha comentado. Romero pretende que su opinión tenga más peso en la planificación de los escalafones inferiores, así como que a los futbolistas del primer filial dispongan de más atención por parte del primer equipo, particulares que están alineados con las preferencias de los dirigentes del club verdiblanco.

Aunque descendido a Tercera, la plantilla del Betis B no sufrirá variaciones significativas. No serán más de tres los canteranos que abandonen la disciplina bética, pues habrá mimbres para un pronto ascenso y el convencimiento de que lo principal, para todos, será la promoción de los jóvenes.