Eurocopa de Leyenda (3)

1964: Renovación hacia la gloria

  • Con autoridad. España solventó tres eliminatorias hacia su fase final con un equipo con numerosos cambios respecto al Mundial de Chile.

EL flojo papel de España en el Mundial de Chile, bien es cierto que fue eliminada en la fase de grupos por los dos equipos que a la postre serían finalistas, provocó una auténtica catarsis en el seno de la selección. De entrada, hubo cambio de seleccionador, y del tándem Pablo Hernández Coronado-Helenio Herrera se pasó a darle el equipo a José Villalonga, un cordobés de 42 años comandante de Infantería que había pasado por el Real Madrid, con el que ganó las dos primeras Copas de Europa, y que en esos momentos ocupaba el banquillo del Atlético de Madrid.

Y lo primero que hizo Villalonga fue una revolución total en el equipo. Así, 14 futbolistas que habían estado en Chile desaparecieron de su primera convocatoria y, de ellos, sólo el bilbaíno Echeverría, fugazmente, el veterano de casi 35 años Juanito Segarra, convocado ante Irlanda del Norte pero que no llegó a jugar, los metas Carmelo Cedrún, medio tiempo en un terrible 2-6 ante Escocia, y Araquistain, suplente en alguna ocasión, y los italianos Luis Suárez, Del Sol y Peiró volvieron a ser seleccionados.

Se acababa así el "equipo de la ONU", como se llamó de forma un tanto despectiva a España en el Mundial chileno. Y es que entre los 22 convocados habían estado el argentino Di Stéfano, que no jugó ni un minuto a causa de una lesión, el paraguayo Eulogio Martínez, el húngaro Puskas y el uruguayo José Emilio Santamaría, los dos últimos mundialistas con sus países de origen en el 54. Pero una disposición de la FIFA les prohibió seguir jugando con España, ya que habían sido internacionales con otra selección -todos, salvo Eulogio Martínez, estaban bien entrados en años- y junto a ellos no volvieron a vestir la camiseta de la selección Garay, Gracia y Vergés, además de Segarra y Araquistain. Llegaron jugadores que con el tiempo serían muy principales, particularmente Iríbar o Amancio, se mantenían algunos supervivientes de Chile 62 y otros, como Olivella, Pereda, Calleja, Zoco o Marcelino, que habían debutado antes de la cita chilena, además de noveles como Fusté y Lapetra.

Rumanía (6-0 y 3-1), Irlanda del Norte (1-1 y 0-1) e Irlanda (5-1 y 0-2) fueron cayendo sucesivamente y, aunque las dudas llegaron por una serie de tropiezos en amistosos, España alcanzó la fase final.

El día en que nació el "jugador número doce"

España recibía a Irlanda en el Sánchez-Pizjuán, el último obstáculo antes de la fase final que se disputaría en Madrid y Barcelona. Era el partido de ida de la eliminatoria de cuartos y, para calentar el ambiente, el periodista sevillano José Antonio Blázquez acuñó en las páginas de Abc una expresión que con el tiempo sería muy popular. Blázquez calificó a la afición de Sevilla como el "jugador número doce" y durante tres décadas la ciudad se volcó siempre con el equipo nacional. Con Miguel Muñoz, Sevilla fue sede permanente de los partidos oficiales y, hasta que Clemente apartó de Sevilla a la selección, ésta sólo perdió allí un partido, ante Francia en el Villamarín en 1991. Villalonga presentó el equipo que ganaría el torneo, con la entrada de Luis Suárez por el zaragocista Villa. En el banquillo estuvieron los béticos Pepín, Colo y Luis Aragonés, que no irían a la fase final. 

Jones, 32 años antes que Donato

Miguel Jones Castillo (Santa Isabel, Guinea Ecuatorial, 1938) pudo ser en la fase de clasificación de la Eurocopa 64 el primer jugador de raza negra en debutar con la selección absoluta. Fue con ocasión del Rumanía-España de dieciseisavos de final, para el que el seleccionador Villalonga, que lo había preseleccionado, lo llamó en sustitución del lesionado Amancio. Jones, nacido en Guinea

cuando era colonia española pero criado en Bilbao, se había formado en el Baracaldo y el Indauchu y jugaba en el Atlético de Madrid, que lo fichó en 1959 después de que el Athletic rehusara su contratación al no tener orígenes vascos y a pesar de que durante un mes estuvo entrenando en San Mamés. En el Metropolitano hizo carrera al lado de delanteros como Collar, Peiró, Adelardo, Luis Aragonés -uno de sus grandes amigos-, Mendonça o Ufarte y estuvo a un paso de convertirse en internacional en una época en que sólo en Francia -el senegalés Diagne en 1931, el marroquí Larbi Ben Barek entre 1938 y 1954 y el martiniqueño Xercès Louis del 54 al 56, además de magrebíes como Mekloufi, Zitouni y Mahjoub- y en Portugal, con los mozambiqueños Matateu , Coluna y algo después Eusebio, se contaba con jugadores de las colonias para la selección (en Inglaterra, con una gran población procedente de la Commonwealth, el primer negro internacional fue Viv Anderson en 1978). Jones pudo ser el pionero en España, pero, en una época en la que en los partidos no había cambios, fue suplente en Bucarest y hubieron de pasar 32 años para que el hispanobrasileño Donato se convirtiera en el primer internacional español de raza negra, lo mismo que en San Mamés tuvo que pasar medio siglo para ver a un jugador de color, Jonás Ramalho, debutar con la camiseta de ese Athletic en el que Jones, desde los 6 años en Bilbao, nunca pudo jugar.

Resultado España 5-Irlanda1

España: Iríbar; Rivilla, Olivella, Calleja; Zoco, Fusté; Amancio, Pereda, Marcelino, Villa y Lapetra.

Irlanda: Allan Kelly; Foley, Traylor, Brady; Hurley, Meagan; Giles, McEvoy, Hale, Fogarty y Haverty.

Árbitro: Lucien van Nuffel (belga).

Goles: 1-0 (13') Amancio. 2-0 (15') Fusté. 2-1 (22') McEvoy 3-1 (29') Amancio 4-1 (33') Marcelino 5-1 (88') Marcelino.

Incidencias: Partido de ida de los cuartos de final de la Eurocopa de naciones disputado el 11 de marzo de 1964 en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán, que registró un lleno. Iríbar debutó como internacional. El encuentro de vuelta se disputó el 8 de abril en el Dalymount Park de Dublín y España venció por 0-2, con dos goles de Zaballa.

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