No hay posible vuelta atrás en el cambio de entrenador del Sevilla por mucho que se dilate la definitiva rescisión del contrato de Unai Emery. Las alarmas saltaron en la jornada de ayer en los medios de comunicación locales, sin embargo no hay ninguna novedad que indique que el PSG vaya a dar marcha atrás en su oferta al entrenador de Fuenterrabía para que releve a Laurent Blanc en el banquillo. La pelota, no obstante, sigue estando en el tejado de los franceses. Mientras que Blanc no ceda y firme el finiquito del contrato que rubricó hace apenas cuatro meses, en febrero pasado, Emery no podrá cumplir su intención, expresada formalmente por escrito al club, de romper su contrato con el Sevilla. Y así sigue un culebrón que podría tener su feliz epílogo la semana que viene. Entonces Sampaoli podrá firmar su contrato con el Sevilla y ser presentado.

En Nervión mantienen una relativa tranquilidad con el asunto. No hay prisa y tampoco está el estadio, en obras, para muchas presentaciones. Con Sampaoli y su cuerpo técnico, en el que Juan Manuel Lillo y Jorge Desio son las figuras destacadas pero no las únicas, está todo cerrado. Al preacuerdo sólo le falta la firma de las partes en un contrato laboral y el argentino regresó a Chile después de haber avanzado bastantes pilares de la planificación del Sevilla. En el peor de los casos, que Blanc se enquistara en su postura y el PSG no pudiese firmar a Emery, el Sevilla haría prevalecer el documento que envió a través de sus abogados para rescindir su contrato y darle oficialidad al de Sampaoli. Sería raro que Nasser Al-Khelaifi no cumpliese su palabra y dejase en la estacada al vasco, por mucho que Blanc pida el montante total de sus dos años firmados.

El capítulo de fichajes es uno de esos pilares que quedaron atados. Obviamente, Sampaoli dio el visto bueno a la planificación que tiene en mente Monchi, en la que, salvo alguna variación como la renuncia a Feghouli, un jugador que se ha decantado por el West Ham después de que Emery, que habló directamente con él, anunciara su adiós, todo sigue su curso natural. En breve deberían tomar forma de acuerdo las negociaciones por Dennis Praet y Ben Yedder con Anderlecht y Toulouse, respectivamente, y puede que quede por el camino algún otro objetivo que tenía la firma de Emery, como el medio centro brasileño Romulo, del Spartak de Moscú.

Otro asunto importante es la parcela física. Jorge Desio será el preparador físico y contará con la colaboración de Sergio Domínguez y Moisés de Hoyo, sorprendidos por la errónea información de L'Equipe que aseguraba que irían con Emery al PSG. Ambos permanecerán en la disciplina del Sevilla, aunque tendrán un papel más secundario, como el que realizaban antes de su desembarco en el primer equipo en 2013, si bien en contacto colaborador con Desio. Además, queda descartado hacer la pretemporada en el extranjero, como había planeado el club con Emery. Isla Canela o Sancti Petri cobran fuerza para ser el escenario elegido donde Sampaoli empezará a darle forma a su Sevilla.