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Vietto para calmar la sed

  • El argentino firma cedido un año por 3,5 millones y una opción de compra de 20 desvinculando la operación de la venta de Gameiro. Castro puede llegar hoy con el punta, con Ben Yedder en la recámara para sustituir al francés.

Después de unos días con el ataque patas arriba, algunas cosas (no todas) se van aclarando en la planificación del Sevilla 16-17. Aún queda mucha tela por cortar, y no es poco desde luego, por ejemplo con el futuro de Kevin Gameiro, cuyo traspaso al Atlético de Madrid está cerca de producirse pero aún no se ha cerrado. Pero sí al menos Monchi ya pudo mirar cara a cara a Sampaoli para decirle que tiene un nuevo miembro para su delantera.

 

El Sevillacerró ayer en Madrid la cesión por una temporada del argentino Luciano Vietto, un operación firmada y sellada, pero que queda desvinculada de la negociación por Gameiro, que sigue su curso y llegará a buen puerto o no. Parece que sí, pero eso será otro tema y habrá que esperar algunas horas más.

 

En lo que sí avanzó el brazo ejecutivo nervionense, desplazado al completo a Madrid, es en adelantarse al Barcelona, que también estaba negociando con Vietto. El Sevilla, según lo acordado, pagará unos 3,5 millones por el préstamo durante un año (hasta el 30 de junio) y tendrá una opción de compra para esa fecha por valor de 20 millones de euros, aclarando que se trata de una opción voluntaria, no vinculante.

 

A Vietto se le espera ya en el hotel de concentración del Sevilla en Alemania y hasta es posible que acuda esta misma tarde-noche acompañando a José Castro, pues el presidente se incorpora al stage del equipo dirigido por Sampaoli, aunque para ello deberán resolverse algunos detalles. Si no pudiera llegar junto al presidente lo haría mañana miércoles, pero siempre durante la estancia del equipo en Bad Schönborn.

 

Vietto, delantero de 22 años internacional sub 20 con la albiceleste, llegó a España al Villarreal procedente de Racing completando una magnífica temporada en El Madrigal en la que anotó 20 goles (12 en la Liga) en la temporada 14-15, lo que llevó al Atlético de Madrid a pagar más de 18 millones por su fichaje por seis campañas. Sin embargo, con Simeone Vietto no encontró su sitio, eclipsado por Griezmann, y firmó un curso más discreto, con 19 partidos ligueros disputados, un tanto y tres asistencia, aunque marcó otros dos en Copa y en Europa.

 

La llegada de Vietto no va vinculada a la negociación por Gameiro, que puede escribir hoy un capítulo más. El Sevilla quiere hacerse fuerte y acercarse a los 40 millones que figuran en su cláusula de rescisión, que no será fácil. El Sevilla, con José María Cruz presente en la mesa de negociación en Madrid ha, rechazado varias ofertas presentadas por la entidad que preside Enrique Cerezo, la última por 30 millones de euros de fijo más otros cinco de variables.

 

Pese a la firmeza que sus dirigentes prometen, la realidad es que el Sevilla no puede quedarse quieto y la realidad es también que hay una falta alarmante de efectivos en el ataque blanco. Así, la estancia de Monchi en la concentración del equipo no impide que el director general deportivo acelere en las gestiones para encontrar un sustituto para Gameiro al margen de la llegada de Vietto.

 

De esta forma, este diario ha podido confirmar a través de varias fuentes que el Sevilla ha retomado con firmeza una operación que tenía un tanto aparcada, la del francés Ben Yedder. Muy del gusto  de Monchi, el franco-tunecino ofrece más juventud (25 años), por ejemplo, que Lucas Pérez, un objetivo éste que se fue diluyendo en cuanto el Deportivo no cedió en su precio en ninguno de los intentos sevillistas. La del delantero del Toulouse es una operación que no está rematada, entre otras cosas porque está condicionada a la venta de Gameiro.

 

Paralelamente, en Valencia aseguran que el Sevilla ha hecho una oferta por Dani Parejo, una posibilidad que no es prioritaria pero que puede ser interesante a los ojos de Sampaoli si fuera a cambio de la salida de Iborra, quien desea volver a su ciudad y a quien se le ve un tanto triste en Alemania.

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