Una retahíla de exclusiones golpeó en los últimos días al equipo olímpico ruso, del que se cayeron deportistas con esperanzas de colgarse una medalla olímpica en natación, remo, halterofilia, lucha, piragüismo o ciclismo.

El presidente ruso, Vladimir Putin, recibe hoy al equipo en una ceremonia oficial en el Kremlin, pero la realidad es que aún se desconoce la composición final del mismo para los Juegos de Río.

La prensa deportiva desveló ayer 16 exclusiones -siete de ellas nadadores-, pero lo cierto es que, además de los implicados en casos de dopaje ya conocidos, aún no se han publicado todos los nombres mencionados en el informe McLaren encargado por la Agencia Mundial Antidopaje.

El presidente del Comité Olímpico Ruso, Alexandr Zhukov, tuvo que salir al paso de los rumores propagados por la prensa británica según los cuales el equipo ruso viajaría a Río con no más de 40 representantes.

La Federación Internacional de Natación excluyó a Mijail Dovgaliuk, Yulia Efimova, Natalia Lovtsova y Anastasia Krapivina por su historial de dopaje, así como a Nikita Lobintsev, Vladimir Morozov y Daria Ustinova, por aparecer en el informe McLaren.

El caso de Efimova, campeona mundial y bronce en Londres, era sabido, pues fue sancionada en 2013 por consumir anabolizantes, pero la exclusión de Morozov y Lobintsev resultó muy criticada por el presidente de la Federación de Natación de Rusia, Vladimir Salnikov, quien recordó que ambos "entrenan en Estados Unidos y son controlados por las agencias antidopaje extranjeras".

La cosa podría ser aún más grave. Beniamin But, presidente de la Federación de Remo de Rusia, no descartó que sea excluido el equipo al completo, integrado por una treintena de deportistas.