No hay prisas por fichar el base que debe cerrar la plantilla del Betis Energía Plus. El perfil, un director de juego que sea anotador y que pueda ejercer de líder, está claro, pero mientras eso se produce -el cerco se va cerrando entre negativas de unos y opciones desechadas por el club-, Radicevic centra todos los focos cara a una campaña que debe ser la de su confirmación.

A punto de empezar su quinta temporada en el club, su progresión está fuera de toda duda e incluso la recuperación de la lesión de cadera que lo dejó casi inédito el pasado ejercicio le dio para jugar los dos últimos encuentros del pasado curso. En el último, ante el Real Madrid, ya estaba por delante de Miljenovic en la rotación.

El serbio no ha dejado de trabajar durante el verano en su país. Es consciente de lo importante que es para su futuro esta temporada, después de otras cuatro ya en la capital andaluza en las que ha tenido papeles muy dispares. En su primer año (2012-2013) aprendió, con Aíto, que defender es clave, algo complicado para un joven. Jugó siete partidos. Al siguiente ejercicio, de nuevo bajo la dirección del técnico madrileño, fue uno más en la rotación (21 partidos) y en la 2014-2015 fue determinante en la salvación del equipo, dando un salto de calidad de la mano de Luis Casimiro. Sólo se perdió la última jornada a causa de una lesión que lo dejó en el dique seco un año. Muchos fallaron en la gestión del problema, pero eso es pasado y Radicevic debe ser de nuevo un referente en el juego del equipo sevillano.

Llega a la pretemporada más fino y musculado de lo que se fue, fruto de su trabajo veraniego con su entrenador personal. Quiere (y debe) demostrar que el Radicevic de antes está de vuelta, incluso mejorado, porque considera que está en deuda con una entidad que en sus horas bajas lo ha apoyado, cuidado y mimado. Otra cosa es su renovación. Las dos partes ya se han sentado a hablar y lo normal es que se produzca durante este curso, con las evidentes cláusulas de salida por si la NBA llama su puerta. Si hace un buen año no sería descabellado, ya que los Nuggets, franquicia por la que fue drafteado, han seguido de cerca su recuperación e incluso fue visitado en la capital andaluza por miembros del conjunto de Denver.

Hay muchas esperanzas puestas en que este ejercicio sea el de la confirmación de Radicevic. Sin embargo, tendrá que ganarse los minutos en la pista porque la intención de la entidad es ponerle al lado alguien que le ponga difíciles las cosas. Tanteados (y descartados) jugadores como McGrath, McCalebb, Laprovittola y Hammonds, otro nombre por el que se ha preguntado es el de Darius Washington, aunque tampoco será el elegido. Lo que sí parece es que el abanico está más acotado y todo apunta a que llegará un base estadounidense capaz de anotar.