"Percibo un poco de nerviosismo innecesario. Hay que tener tranquilidad. Esto es una maratón, no una carrera de 100 metros, si no, basta con mirar al año pasado. Hay que tener calma, nada más". La afirmación de Gustavo Poyet tras empatar en casa con el Deportivo y ser despedido con pitos en su estreno en el Benito Villamarín como entrenador podría estar justificada. La Liga acaba de empezar, van sólo dos jornadas y el equipo necesita tiempo para armarse y acoplarse. Correcto. Pero quizá no sea más que una forma de ocultar sus propias inseguridades, a sabiendas que tiene ante sí una afición exigente y que en sus dos primeras puestas en escena el Betis no ha ofrecido nada distinto a lo visto en pasados años.

Puede que por ello más nervioso que la afición esté Poyet, que a la conclusión del encuentro y mientras se dirigía al túnel de los vestuarios se dirigió a Clos Gómez "en voz alta y en repetidas ocasiones en los siguientes términos", según apunta el propio colegiado en el acta: "¡No vuelvas más, contigo perdemos siempre!". Que diga eso un técnico que lleva dos partidos en la Liga Santander es, cuanto menos, algo precipitado.

Al estar recogido de manera textual por el árbitro en el acta del partido, apuntando que se dirigió a él en voz alta y en repetidas ocasiones, el preparador uruguayo podría ser sancionado por el Comité de Competición, según la interpretación que haga. El técnico podría ser sancionado hasta con dos partidos atendiendo al 120 del código disciplinario, en el que se expresa que cualquier protesta al colegiado, asistente o cuarto árbitro se sancionará con suspensión de dos a cuatro encuentros. Con todo, las palabras de Poyet no son ofensivas e incluso podría no ser castigado.

Ese estado intranquilidad o excitación del entrenador se dejó entrever después en la rueda de prensa. Preguntado si entendía la pitada final del público respondió: "No". ¿Por qué?, fue cuestionado de nuevo: "Porque no", afirmó de modo tajante. Seguramente, como la afición, Poyet también estaba nervioso, pues no deja de ser un debutante (como entrenador) en la Liga española.