El Betis salió derrotado con cierta crueldad de un escenario al que se suele acudir con la certeza de la derrota. Clarísimamente superado en el primer tiempo por el Barcelona, la incomprensible relajación local y un par de ajustes casi obligados por las circunstancias permitieron a los béticos recuperar el terreno perdido hasta optar incluso al triunfo. Terminó perdiendo un punto que hubiera merecido por un gol afortunado de Gudjohnsen a diez minutos del final y con un claro penalti de Cáceres a Sergio García en la mente.

Fue el ex azulgrana, principalmente, el responsable de la enorme reacción del Betis a un primer tiempo de monólogo local, con un festival de toque y llegadas del que el equipo de Chaparro salió le mejor parado que pudo. Un 2-0 al descanso viendo lo que se vio no era para llorar, desde luego que no. Sí lo fue remontar, que no se señalara un penalti escandaloso entre los dos goles béticos, y ver después cómo la fortuna sonreía al rico con un tercer gol que a esas alturas el Barça ya no merecía.

Habría sido exagerado, sin duda, que el Betis arañara todo el botín, pero un punto no habría sido ninguna injusticia. Antes al contrario, levantarse como lo hizo el Betis y con todo en contra era de un mérito más que suficiente para sumar y regresar a Sevilla con un empujón moral aún mayor que el del derbi.

Sale el Betis sin la menor opción de contestar al Barcelona, ávido de goles tras su festín de Gijón. El equipo visitante no encuentra la forma de frenar a un rival desatado y que presiona muy arriba y de manera muy efectiva. Apenas Mark González, con su velocidad y en un campo con espacios, se asoma como amenaza para un Barça cómodo como en hamaca y que no tarda en horadar una defensa impotente ante un fútbol de altísimo nivel.

Eto'o fulmina al Betis con un zapatazo descomunal desde el borde del área pasado el cuarto de hora y a fe que no fue la primera opción azulgrana para desnivelar el marcador. No se llega al 25 y el Barça pincha y pincha a la defensa bética buscando un hueco hasta que Messi rompe a Fernando Vega por la izquierda y Eto'o entra como un cohete para adelantarse a portero y defensa (todos mirando el balón) y doblar ventaja. Desastre a la vista, pues no hay reacción y el rival viene de darse un festín mostrando una ambición ilimitada.

Ocurre todo lo contrario una vez que el Betis consigue como buenamente puede aguantar el tipo hasta la pausa. Daniel debió marcar el tercer tanto local en una jugada personal deliciosa en la que Nelson sacó el balón tras superar a Casto. Mark González no puede seguir, debuta Monzón como extremo, y todo parece en contra, pero de repente se frena el Barcelona y se gesta un giro totalmente inopinado.

Se queda Emana en la caseta para que entre Damià progrese por delante de Nelson y pase Sergio García al centro. Clave entre las claves la ubicación del canterano del Barça por el centro, con un dinamismo extraordinario, una visión privilegiada y una capacidad de desmarque y llegada que no se había visto aún al Betis en esta Liga. Sorprendentemente, porque seguro que Chaparro meditó sustituirle por Pavone, José Mari acompaña al fichaje estrella del Betis con momentos brillantes y el Barcelona parece temblar. Consiente y consiente, no remató cuando podía y Monzón consigue el primer tanto bético del curso con un libre indirecto en el que la barrera se desentiende y Valdés es imposible que llegue.

Media hora por delante y un mundo por descubrir. Ocurre que en el 65 Sergio García lleva un buen rato siendo el amo del partido y Cáceres comete sobre él un penalti de libro del que nada quiere saber Daudén Ibáñez. Lo que se intuye se produce porque Sergio García deja solo a José Mari con enorme calidad y el sevillano eleva con estilo ante Valdés. 2-2. Quién lo iba a decir...

El Barcelona tiembla de verdad porque un partido ganado en menos de media hora se convierte en un suplicio ante la dubitativa y exigente parroquia azulgrana, que empieza a hacerse a la idea del tropiezo cuando Daniel cruza muchísimo un centro y Gudjohnsen, en un desesperado intento por contactar con el balón, termina sacando un tiro bombeado que sorprende a Casto y se cuela tras dar en el poste izquierdo.

Al final, Bojan falla ante Casto y Daniel lanza una falta al poste y el Barcelona maquilla su incomprensible desidia. La noche y el día para el Betis en el Camp Nou de la mano de Sergio García infinitamente más desequilibrante por el centro que por la banda y con la suerte de espaldas cuando parecía haberle sonreído sobreviviendo al aluvión primero y empatando con mérito después. Otra vez será.

FC Barcelona, 3: Valdés; Daniel Alves, Cáceres, Márquez, Abidal; Touré Yayá (Sergio Busquets, 71'), Keita (Gudjohnsen, 71'); Messi, Xavi, Iniesta; y Eto'o (Bojan, 77').

Real Betis, 2: Casto; Nelson, Arzu, Juanito, Fernando Vega; Mehmet Aurelio, Capi (Juande, 86'); Sergio García, Emana (Damiá, 46'), Mark González (Monzón, 40'); y José Mari.

Goles: 1-0 (17') Eto'o. 2-0 (23') Eto'o. 2-1 (59') Monzón. 2-2 (67') José Mari. 3-2 (80') Gudjohnsen.

Árbitro: Daudén Ibáñez (aragonés). Mostró cartulina amarilla a Touré Yayá (15'), Fernando Vega (43'), Capi (74'), Sergio Busquets (85') y Mehmet Aurelio (86').

Incidencias: Encuentro correspondiente a la cuarta jornada de Primera División disputado en el Camp Nou ante 55.727 espectadores.