Previa

En busca del bálsamo

  • El Betis visita El Sadar con el objetivo de conseguir un triunfo que lo aleje del peligro y le dé tranquilidad de cara a los próximos partidos Se esperan cambios en el once y en el dibujo

El Betis visita El Sadar en busca de una victoria balsámica. Un triunfo que calme, relativamente, el ambiente que hay en torno a un club en el que lo judicial y lo deportivo han vuelto a estar, de nuevo, muy presentes en una semana marcada por la incertidumbre en el apartado institucional y las dudas existentes sobre la figura del actual entrenador, Gustavo Poyet, el proyecto del director deportivo, Miguel Torrecilla, y la falta de sabiduría futbolera de los que gobiernan. La entidad heliopolitana sigue necesitando una regeneración absoluta de arriba abajo, y aunque las miradas están centradas en el técnico, el bético no tiene sólo en mente al uruguayo, sino también a la cabeza visible de la dirección deportiva y a los principales dirigentes, aunque durante noventa minutos todo quedará en stand by a la espera de ver qué hace el equipo de Heliópolis ante un Osasuna que busca la primera victoria de la temporada ante su público.

El ridículo en Anoeta y frente al Real Madrid no ha sido fácil de digerir por parte de una afición bética que espera ver qué decisiones y cambios lleva a cabo Poyet para que su equipo funcione y sea capaz de lograr una victoria que lo aleje de la zona de peligro. De lo contrario, una derrota elevaría aún más las dudas que existen en torno al actual inquilino del banquillo bético y sobre un proyecto que por ahora no cumple con las expectativas creadas en verano ni con el mensaje lanzado por el club.

En cuanto a las posibles novedades, sorprende la ausencia en la convocatoria de Durmisi. Musonda es baja por unas molestias en la rodilla, y a partir de ahí son muchas las incógnitas sobre el equipo titular que el preparador heliopolitano pueda poner en liza. Lo que, a priori, parece claro es que Rubén Castro abandonará su posición en la banda izquierda para jugar en el centro del ataque, donde siempre ha demostrado estar más cómodo. Después, dependiendo del sistema, puede haber variantes, como la posible entrada de Dani Ceballos, que jugaría con Jonas Martin y Petros por detrás, Joaquín y Nahuel estarían en las bandas, y arriba, Rubén. No obstante, está también la opción de que Sanabria sea el que acompañe al canario en el ataque, con el portuense y el argentino en los costados del ataque y Petros y el utrerano, en la medular. Todo esto sin olvidar la posibilidad de que Donk salga de inicio, bien en el centro del campo o en una defensa en la que Rafa Navarro o Cejudo podrían ocupar el lugar de Piccini.

Diferentes opciones en el posible equipo inicial de un Betis que se mide a un Osasuna en el que Enrique Martín tiene la baja por lesión de Javier Flaño y el alta del portero Mario Fernández, por lo que, como confirmó ayer tras el entrenamiento matinal en Tajonar, repetirá el equipo titular por primera vez esta temporada. De este modo, el técnico rojillo seguirá apostando por un 5-3-2, con el debut de Didier Digard en El Sadar -ya disputó unos minutos en Ipurúa-, y por la pareja en ataque formada por Oriol Riera y Sergio León, autor de dos goles en Éibar y uno de los destacados de los navarros en este comienzo de temporada. El delantero criado en la cantera bética es el arma principal -los verdiblancos deben tener cuidado también con el juego aéreo- en un cuadro pamplonica que no cae derrotado en su feudo ante los verdiblancos desde la temporada 2008-09, cuando el Betis de Paco Chaparro ganó (0-2), con goles de Mehmet Aurelio y Pavone. Curiosamente, y en una situación parecida a la actual, llegaron al feudo pamplonés el equipo de Pepe Mel (derrota por 2-1 en la campaña 2011-12), que siguió en el cargo, y el de Julio Velázquez (2014-15, 3-2), destituido pocas jornadas después.

Hoy llega el Betis de Poyet con la intención de cosechar una victoria balsámica que traiga algo de tranquilidad de cara a los próximos compromisos, pues la paciencia de muchos béticos con respecto al entrenador, el director deportivo y los dirigentes empieza a agotarse. Alea jacta est.

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