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Mismo Betis, distinta reacción

  • La pobre imagen del equipo de Poyet y la rueda de prensa de éste, tras la cita en El Sadar, indignan a gran parte del beticismo pese a la alegría por la victoria.

El Betis consiguió en Pamplona su principal objetivo, ganar. Venció a Osasuna y respiró, pero el cómo de ese triunfo no gustó a la mayoría de una afición que, después de ver que la imagen de su equipo volvió a ser muy pobre en El Sadar, acabó indignada por las declaraciones de su entrenador, Gustavo Poyet, en la rueda de prensa posterior al choque en la noche pamplonica. Una resaca en la que lo más positivo fue ver cómo cada vez son más los béticos que, además de alegrarse por la victoria de su equipo, muestran su inconformismo por la forma, el cómo, en que se produjo la victoria bética, en un claro ejemplo de madurez y síntoma de crecimiento al estar cansados de ver más de lo mismo.

Van nueve partidos y la imagen del Betis no mejora. Los verdiblancos fueron un conjunto plano, sin ideas, sin mano de entrenador. El Betis siguió sin jugar a nada y ni mucho menos jugó un partido decente. Ni los cambios en la alineación, ni el planteamiento ni la lectura del partido de Gustavo Poyet hicieron que se viera un buen Betis ante uno de los rivales más débiles de la categoría. Joaquín volvió a echarse al equipo a la espalda, Petros fue otro que destacó pero el hecho de jugar de pivote defensivo lo paga el resto del sistema defensivo -le siguen sobrando acciones exageradas a la hora de revolcarse en el suelo-, el gol de Felipe Gutiérrez no esconde su discreto partido, Jonas no estuvo entonado y perdió muchos balones, ni rastro del Brasanac que mostró algo en Mestalla, el problema en el lateral derecho es evidente, Mandi estuvo algo mejor que Pezzella en el eje de la zaga, Donk sigue sin tener una oportunidad... Y sin olvidar que los cambios ofensivos llegaron en el minuto 83.

No ver eso es esconder la realidad y por eso fueron muchos los béticos que acabaron contrariados tras el partido ante el cuadro rojillo. Un clamor casi unánime contra Poyet por unas declaraciones que no gustaron al finalizar el choque: "Nosotros estamos en construcción, le pese a quien le pese, hay equipos que vienen jugando de una manera con los mismos jugadores año tras año. Este verano cambiamos 12 jugadores. Cuando tienes dos resultados malos se paga. Queremos que la gente crea, sé que se pasa mal, alguno roza la mala educación, estamos tratando de devolverle a la gente lo que quiere del Betis. Esperamos que el próximo partido ante el Espanyol sea de unión y no de esperar a que salga algo malo para insultar". La peor manera, sin duda, de pedirle unión para la cita ante el Espanyol a una afición cansada de ver que nada cambia, quemada de que le pidan paciencia, que ha detectado el problema que hay en el banquillo, sin olvidar a los de arriba, y crítica en el triunfo. El camino para crecer.

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