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El Betis no sabe ganar

  • Avalancha El Madrid desarbolaba al Betis hasta que Heinze abrió el marcador; luego tomó la iniciativa el Betis y pudo empatar Emana Infantilismos La expulsión de Sergio García y el gol de Van Nistelrooy

Más puntos a las cunetas de la Liga los que el Betis tiró ayer. Tras haber hecho lo más complicado, empatar el partido y quedarse el Madrid en inferioridad numérica, el equipo verdiblanco fue suicidándose en pequeñas dosis. Primero con la autoexpulsión de Sergio García y luego por dejarse coger de revés cuando el partido tocaba a su fin. Marcó primero el Madrid por medio de Heinze, empató Sergio García y resolvió para el equipo madridista Van Nistelrooy sobre la campana definitiva. Decididamente, este Betis demuestra a la quinta jornada que no sabe de qué forma ganarle a alguien.

Quinta jornada de Liga y otra etapa más de la parte más dura del calendario. Quien llega a Heliópolis es el más grande de todos los grandes, pero mueve a la esperanza este Betis que rara es la ocasión en que puede alinear lo que pretende. Cuando no falta uno es otro el que no está, Edu sigue ausente y anoche decidía Chaparro que tampoco estuviesen Pavone ni Mark González, el primero porque sí y el chileno porque, parece, no está para unos trotes demasiado continuos.

En fin, que el Betis afrontaba esa otra etapa tan dificultosa con un nuevo equipo, otro conjunto inédito y hasta insólito, añadiríamos. Con Casto en la portería, el escudo lo componen Nelson, Arzu, Juanito y Monzón; Mehmet Aurelio de contrafuerte y con la colaboración especial de Capi para que entre líneas formen Damià, Emana y Sergio García a fin de que el referente en ataque sea José Mari.

El Realísimo, avalado por la experiencia que suponen las vicisitudes que suele sufrir en Heliópolis, se deja de probaturas y saca lo mejor de cuanto dispone. Defienden a Casillas Sergio Ramos, Pepe, Heinze y Marcelo, doble pivote para De la Red y Diarra con la colaboración creadora de Van der Vaart para que la delantera la formen Raúl, Van Nistelrooy y Robben.

A la hora de la verdad, el Betis es un barco a la deriva que sólo muestra las uñas en los primeros compases. Muy pronto se adueña el Madrid del balón, Diarra ocupa mucho campo y Robben hace estragos por su lado. Un testarazo de Pepe roza el larguero. Casto detiene un remate de Raúl y en el minuto nueve hace Casto un paradón a cañonazo de De la Red. En esos momentos, el Betis lo pasa mal, pero peor va a pasarlo cuando en un libre lanzado por Van der Vaart, Heinze sobrevuela el nido bético y cabecea imposible para Casto.

Dieciocho minutos y ya gana el Madrid, mientras que el Betis se muestra como partido en dos y otro paradón de Casto a De la Red será el último toque de atención del Madrid, pues a partir de ese minuto 28 va a ser el Betis quien tome la iniciativa. Por lo pronto, los tiempos de posesión se equiparan, Damià da el primer aviso en una andanada que roza el larguero y al descanso se va con el recuerdo fresquísimo de un remate de Emana que Casillas desvía a su propio palo.

La continuación es una película parecida al tramo final de la fase anterior. Es el Betis quien manda, el que controla la cosa y muy pronto va a encontrar la debida recompensa. Capi, que está siendo el mejor futbolista del Betis, hace un pase que bien hubiese firmado Laudrup, Damià llega, Marcelo lo derriba, penalti y expulsión. Es Sergio García el que empata y a partir de ahí, el Madrid empieza a especular y el Betis va viniéndose arriba, pero como en tantas ocasiones, la producción de fútbol no es acompañada por un mínimo de agresividad en ataque.

Chaparro mete a Pavone en vez de Damià, pero esa no es solución, apenas se nota y el tiempo va transcurriendo con Casillas perdiendo, o ganando, tiempo y con el Betis sin saber sacarle partido a su superioridad numérica. Se erige Capi en gran animador de las maniobras verdiblancas, pero tampoco se apura mucho a Casillas.

Es un Betis que tiene los conceptos de grupo bien asimilados, pero archisabido es que goles son amores y que las buenas intenciones no son equipaje suficiente para salir con bien. Media hora con un futbolista más y perder el partido tras haber hecho lo más difícil, mirar de frente y hasta desde un nivel superior al coloso, es motivo más que suficiente para afirmar a boca llena que el Betis, este Betis tan compuesto, no sabe ganar.

Y cuando las manecillas del reloj marcan el minuto 90, con todo el Betis arriba, recula mal, Nelson se queda y habilita a Van Nistelrooy para que el partido se vaya al Bernabéu. Como en Getafe, igual que en el derbi y en el Camp Nou, el Betis demostró de forma palmaria que no sabe cómo dar con los caminos de la victoria. Cuando debe ganar empata, cuando empatar pierde y anoche, ídem de lienzo. Sigue luciendo buena imagen, pero eso no es bastante, para sobrevivir en una competición tan competida.

Real Betis (1): Casto; Nelson, Juanito, Arzu, Monzón (Babic. m.76), Aurelio, Emaná (Ilic, m.84); Damiá (Pavone. m.65), Capi, Sergio Garcia, y José Mari.

Real Madrid (2): Casillas; Sergio Ramos, Pepe, Heinze, Marcelo; Diarra, De la Red (Javi García, m.68); Raúl (Torres, m.59), Van Der Vaart (Drenthe, m.80), Robben, y Van Nistelrooy.

Goles: 0-1: m.18, Heinze, de cabeza, 1-1: m.53, Sergio García de penalti. 1-2: m.89. Van Nistelrooy.

Arbitro: Teixeira Vitienes (c.cántabro). Expulsó a Marcelo (m.53) por penalti a Damiá, y a Sergio García, por doble amarilla (m.44 y m.82). Mostró tarjeta amarilla a Van der Vaart (m.38.), Marcelo (m.40.), Casillas (m.75), Pavone (m.78), Juanito (m.87).

Incidencias: Partido disputado en el estadio Manuel Ruiz de Lopera ante unos 37.000 espectadores. Terreno de juego en buenas condiciones, pese a las lluvias de la jornada.

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