A la espera de que vayan cayendo las noticias sobre la directiva del Cajasol próximamente, ya se puede dar por seguro que uno de los integrantes del cuerpo técnico no continuará en el equipo. Ángel Jareño, entrenador ayudante con Manel Comas y con Pedro Martínez, y el club alcanzaron un acuerdo mutuo para no hacer efectiva la cláusula de continuidad que figuraba en el contrato.

El preparador madrileño, formado en la cantera del Real Madrid y que llegara al club sevillano procedente del ViveMenorca, ha cumplido una temporada en el banquillo de San Pablo después de incorporarse a la disciplina cajista el pasado junio.

Ambas partes han decidido no prolongar su vinculación contractual, atendiendo de esa forma al deseo de Jareño de volver a orientar su trayectoria profesional hacia el cargo de primer entrenador. Después de muchas temporadas en la disciplina del Real Madrid, dio el paso al estatus de primer técnico en la LEB, trabajando dos temporadas en el CB León. En la misma categoría manejó la dirección técnica de equipos como Tenerife o Palma antes de recalar como ojeador en el ViveMenorca, de nuevo en la Liga ACB.

Este curso se ha vivido una situación atípica en el banquillo, al contar el Cajasol durante más de una vuelta de la competición con tres técnicos que ayudaban a la labor de Pedro Martínez. Amén del propio Jareño y de Rocky Jarana, el preparador catalán se trajo a Diego Ocampo, con el que coincidió en Gerona. Desde su llegada, las funciones de Jareño menguaron y desde hace tiempo se daba por hecho que el madrileño haría las maletas al final de la presente campaña, como así ha ocurrido.

Martínez y Ocampo tienen contrato en vigor, así como el director deportivo, Juan Llaneza, que en principio, aunque todo irá en función de los cambios en la cúpula, debe seguir en su puesto. José Luis Mateo, gerente, concluye su relación contractual en diciembre, cuando se cumplirán dos años de su incorporación.