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La columna vertebral del gran Barça

El triunfo del Barcelona es la victoria de un colectivo que funcionó como una máquina, pero en el equipo destacaron cuatro individualidades: el talento vertiginoso de Messi, el espíritu competitivo de Daniel, la consagración de Iniesta y la recuperada fortaleza de Márquez. "Es un regalo entrenar a unos jugadores como éstos", se hartó de decir Guardiola. No es fácil encontrar banderas en un Barça que arrasó partiendo del fútbol total, la articulación de 11 futbolistas capaces de atacar y defender como uno solo. Pero la hinchada también reconoce ídolos, con Messi a la cabeza. El argentino vive una temporada de ensueño, en la que ha mostrado sus mejores registros goleadores. En la Liga ha hecho 23 en 31 partidos. Desterró su fama de jugador propenso a las lesiones y a su gran momento físico añadió su madurez como futbolista. Se benefició de la llegada de Daniel, que ha justificado los 32 millones de euros que costó y que se ha consolidado como un futbolista imprescindible por su carácter para competir, su espíritu ganador y su capacidad para generar situaciones explosivas.

Además, el Barça ha celebrado la explosión definitiva de Iniesta. Siempre tuvo el aprecio de la crítica, pero su carácter reservado le impidió situarse entre los favoritos de la hinchada. Pero ya no. Favorito de su entrenador, ha formado junto a Xavi una dupla espectacular. Y si hay un futbolista que refleja el cambio del equipo de una temporada a otra es Márquez. Muy criticado la pasada campaña, reaccionó de la mano de Guardiola y ha hecho un año espectacular. Su inoportuna lesión le ha alejado de las celebraciones de los títulos.

Un caso parecido es el de Henry, quien recuperó su estatus de crack mundial tras las críticas de la Liga pasada, jugando en esa banda izquierda de la que tanto se quejó antes. Guardiola también ha realizado un trabajo extra con Eto'o, con el que en principio no contaba y que parece haber dejado atrás su carácter polémico para ayudar al equipo no sólo con goles, sino con sacrificio. Mientras, el barcelonismo, y la selección, ha celebrado la irrupción de Piqué como central.

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