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La familia se mueve, el Betis tiembla

  • Decenas de miles de béticos llenan las calles del centro · Los aficionados exigen un cambio en la gestión de la entidad

Ahí está tu Betis, rey San Fernando. Ni el recordado Silvio hubiera fantaseado con una movilización verdiblanca así de magna. La multitudinaria comitiva bética acabó su marcha en la Plaza Nueva, a los pies del rey santo, donde José Manuel Soto culminó la reivindicación con la lectura de un manifiesto.

Pero antes habló el Betis. "Nos sacó de la UVI, pero ahora nos está cortando un cachito de carne día a día". Asumpta ha venido de Gilena. La peña bética Luis Bellver se ha unido a la concentración después de una hora de viaje. "¿Qué quieres que hagamos más? Una vez le hice un poema alabándolo. Ahora estoy preparando otro para ver si se va", confiesa esta ama de casa.

En los momentos previos al comienzo de la manifestación, los aledaños de la Plaza Virgen de los Reyes son un hervidero. También la plaza. Hay un cartel de Cáritas en una reja de la Catedral: personas cerca de ti necesitan tu ayuda. "Vengo a ver si podemos hacer algo entre todos". Emilio viene del Parque Alcosa con su esposa. "Desde Núñez Naranjo no ha habido nadie que haya hecho algo serio para el club. Y quien está ahora está acabando de rematarlo. Esto es una vergüenza y hay que decir que basta ya". Y el beticismo acolapsó el centro.

Ayer se proclamó su nueva verdad: el viva el Betis libre que quiere hacer olvidar el antiguo, el viva las caenas. Las catenarias de la Avenida de la Constitución no son impedimento para que la riada verdiblanca fluya hasta la Plaza Nueva. "A ver si hay un cambio. No sé si la solución es que se vaya Lopera, pero sí que la gestión económica se separe de la económica". Andrés es un economista que, como la inmensa mayoría bética, clama por el cambio.

La familia que se moviliza unida permanece unida. Padres con sus hijos, abuelos con sus nietos, todo el Betis de base entregado a la causa común. "Betis sí, Lopera no"; "Lopera, si eres bético, vete"; "Radio Lopera es una embustera"... Así dictan los béticos en las pancartas que dan el color a la Avenida. Los cánticos béticos cambian de emplazamiento: del verde heliopolitano al gris del asfalto callejero. Un espectáculo. La foto de Curro Romero que adorna la Fnac preside la marcha. Manolo, empleado de banca de la barriada Santa María, viene a "protestar". "Soy socio desde 1978. Los béticos nos hemos cansado de un dirigente que busca los réditos económicos por encima de todo".

A estas alturas, la concentración ya no tiene ni pies ni cabeza. Es un continuum. El arco del Corpus de San Francisco está rodeado de béticos con ganas de oxígeno. "Él llegó siendo una esperanza y se va ir siendo un apestado", declara Miguel emocionado. "No queremos echarlo. Lo invitamos a que se vaya". Es el clamor al pie de esta obra efímera de arquitectura. Lo duradero, para el Betis y su futuro.

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