Muy alto y muy delgado, quizás emperador no sea el apodo adecuado para Sergio Busquets, pero ya cuelga con ese cartel en la Copa Confederaciones. "Busquets fue un emperador", dijo un entusiasmado Vicente del Bosque al analizar la actuación del jugador, de 20 años, el sábado. "El tío jugó con una soltura, una tranquilidad... Hizo lo que hace en su equipo, ni más ni menos", añadió el seleccionador.

En menos de tres meses, Busquets suma cuatro partidos en la selección. "Estoy muy contento, orgulloso y agradecido", dijo el mediocampista, que en el Barça B jugó varios partidos como interior o mediapunta, pero al que Guardiola tiene como base del mediocampo para abrir el panorama con el primer toque y dar inicio a la sinfonía ofensiva que suele interpretar el equipo campeón de Europa. "Ha sido una oportunidad que me ha dado el entrenador, he intentado aprovecharla con la ayuda de mis compañeros", añadió Busquets, que hace un año viajaba en autobús con el Barça B para disputar finales con equipos como el Barbastro.

Ahora es campeón de la Liga, Copa y Liga de Campeones, toma vuelos intercontinentales y acaricia con España una final ante Brasil. "Confío aún en que Marcos Senna llegue al Mundial, pero tenemos jugadores preparados para el relevo. Nuestra obligación es preparar el futuro, pero respetando a todos los que han hecho grande a esta selección", dijo Del Bosque.

Mientras, Busquets, hijo de Carlos Busquets, ex portero del Barça, se siente muy cómodo con el salmantino: "Es un entrenador que ante todo hace piña, equipo. Está cercano a los jugadores, habla, le gusta que todos estemos unidos".