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Lopera sale del túnel

  • Día público El máximo accionista recibe a los periodistas en Jabugo y almuerza luego con su plantilla Acciones Asegura que vende su paquete por la mitad de lo ofertado

A imagen y semejanza de lo que ocurre en el Puente de Triana, Manuel Ruiz de Lopera descerrajó ayer los candados que lo enclaustraban, de motu proprio, en Jabugo y vivió una jornada pública con declaraciones, aunque breves (mejor así), a los medios de comunicación y posterior almuerzo con sus futbolistas, técnicos y consejeros.

El máximo accionista vivió un día ajetreado en verdiblanco, demostrando que su estado de salud es inmejorable y midiendo con sumo celo todos sus mensajes, ya fuese a los periodistas o a su plantilla. No era frecuente este Lopera de ayer, alejado de los discursos zafios y repetitivos que desde los intestinos de su casa lanzaba a través de sus medios de propaganda.

Lopera se reunió al poco de levantarse (11:15) con una representación deportiva de los medios de comunicación por espacio de hora y media y sentó las bases para que el trabajo de éstos pueda desarrollarse con normalidad.

Estudiado un compendio de cómo funcionan diversos clubes de España a nivel de comunicación, Lopera decidió que los futbolistas de su plantilla ofrecerían una rueda de prensa diaria (excepto tras los partidos), cada medio tendría derecho a una entrevista semanal y, además, otorgará cuatro acreditaciones para los partidos, en lugar de las dos concedidas hasta la fecha.

Lejos de querer cobrarse nada por este regreso a la normalidad, apenas solicitó respeto a la prensa en una reunión en la que lo acompañaron el gerente de la entidad, José Antonio González Flores, y su director de comunicación.

Amén de revelar que a continuación se disponía a almorzar con su plantilla en el restaurante La Isla, el máximo accionista comunicó a los representantes de los medios de comunicación que no está enrocado, como se dice, en la postura de no vender sus acciones, aunque, por el momento, no ha permitido a la Fundación Heliópolis la realización de una auditoría externa.

Lopera sostiene que está dispuesto a deshacerse de su paquete accionarial incluso por la mitad de la cantidad de las ofertas que ha recibido a la fecha, aunque no aclaró si éstas rondaban los 60 millones de euros, como parece lógico, o los 90 que se llegó a decir que ofrecía, por ejemplo, un brasileño que acabó en la cárcel. Eso sí, Lopera se apresuró a decir que el futuro comprador debería hacerse cargo también de la cantidad que él tiene avalada en el Betis. Según los números que maneja este diario por boca del propio Lopera, que además lo hizo público este verano en Montecastillo, son 45 millones de euros.

Igualmente, se declaró muy tranquilo por la instrucción que sigue contra él la juez Mercedes Alaya, ya que, según asegura, tiene justificantes y documentos de todas sus actuaciones en el Betis desde 1992, cuando la conversión del club en sociedad anónima.

Lopera también habló públicamente a su entrada en el restaurante. "Las victorias me alegran la vida y es una felicidad cómo ha arrancado el equipo en esta nueva andadura. Queremos subir lo antes posible, siguiendo esta línea, cuanto antes, ya sea en siete u ocho meses", apuntó el consejero delegado, que aún no vio al equipo ni en directo ni por televisión: "Lo escucho por la radio, sufriendo como todos los béticos".

Lopera, además, dio por zanjados los problemas con Emana. "Está todo bien, lo del verano es pasado; ahora lo importante es trabajar para el bien del Betis".

Ya en el almuerzo, el mensaje a sus futbolistas, lejos de primas varias y fruslerías, se encaminó a hacerles ver que todos los equipos de la categoría quieren ganar al Betis y que no caben confianzas ni aun ganando el domingo al Cartagena y asumiendo el liderato.

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