La FIFA denegó el permiso para que la Copa del Rey celebre su final el 26 de mayo y ahora la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) improvisa para encontrar una solución al conflicto, ya calificado por la prensa como "impresentable". 

La RFEF confiaba en un favor de la FIFA, pero ésta no respondió a la llamada. Aunque la FIFA no comunicó oficialmente su rechazo, la prensa española publicó hoy viernes la negativa a variar el calendario de descanso de los jugadores antes del Mundial. 

De momento, lo único que se sabe es que Sevilla y Atlético de Madrid jugarán la final de Copa. Pero no se sabe ni qué día ni en qué estadio. Esta extraña situación es insólita en todas las Ligas de Europa, que ya tienen fijado su calendario y las disputas de todas las  finales. 

La prensa es unánime en sus críticas a la Federación y a los clubes por dejar en manos de la improvisación algo tan importante como la disputa de una final de Copa. 

El problema con el que se encuentra la RFEF es que no hay fechas en un calendario tan saturado y sin prácticamente días libres hasta el 22 de mayo, cuando se disputa la final de la Liga de Campeones, que pondrá el cierre a la temporada oficial en Europa. 

Según está la situación, la RFEF casi "sueña" con que tanto el Atlético de Madrid como el Sevilla queden eliminados de las competiciones europeas en las que participan. El equipo rojiblanco disputa la Liga Europa y el conjunto nervionense está en la Liga de Campeones. 

Esa "apertura" de fechas sería la única forma de celebrar la final de la Copa del Rey sin traumas antes del final de temporada. Mientras, quedan los hinchas de los equipos interesados, quienes no pueden planificar con algo de tiempo el viaje. No saben ni dónde ni cuándo tendrán que viajar.