Deportes

La precocidad como mayor virtud

  • Clara de la Torre Corona. Portera del equipo de División de Honor del Club Waterpolo Dos Hermanas

Quince años cumplirá a mediados de abril Clara de la Torre, una adolescente sevillana que estudia actualmente 3º de ESO -y con muy buenas notas por cierto- y que lleva la vida que cualquier chica normal de su edad, salvo por un pequeño detalle. A su tierna edad, Clara de la Torre es la segunda portera del Club Waterpolo Dos Hermanas, equipo de la División de Honor femenina de waterpolo.

Preguntar por los comienzos de una deportista tan precoz puede sonar extraño, porque los de Clara de la Torre se remontan tan sólo a enero del año 2008. "Yo practicaba natación desde hace mucho tiempo y mi monitora era Rocío Atienza, presidenta del club, que me propuso cambiarme al waterpolo. Y no lo dudé, porque me apetecía probar algo nuevo", declara convencida, aunque al principio surgieron algunas dudas: "Probar otro deporte se me hacía complicado, pero la verdad es que necesitaba cambiar la rutina de la natación, porque me había empezado a aburrir un poco y eso no es positivo, y el waterpolo no era un cambio muy radical".

Y es que, aunque se desarrollen en el mismo medio, la rutina de entrenamientos de la natación y del waterpolo no son muy comunes, ya que, además de nadar y los entrenamientos con balón, nada tiene que ver un deporte individual que el ambiente que se respira en un vestuario de un deporte de equipo. "Conoces a otras personas, otros lugares, formas parte de un engranaje en el que no paras de aprender de todas tus compañeras. No me arrepiento en absoluto de haber cambiado", dice con rotundidad.

Las cualidades de un guardameta en waterpolo deben ser, además de la altura, los reflejos y una considerable longitud en los brazos, una gran concentración, ya que el portero es quien dirige las jugadas defensivas del equipo, y en ocasiones es el encargado de evitar un gol antes de que se produzca el tiro del atacante. "En este sentido sí noto la diferencia entre jugar en División de Honor y con chicas de mi categoría, ya que entre estas jugadoras soy yo la que aprende, mientras que en cadetes tengo más responsabilidad para dirigir la defensa".

Tampoco es sencillo para una adolescente combinar los estudios con una rutina de entrenamientos diarios, pero Clara de la Torre no parece tener demasiadas complicaciones: "Hay tiempo para todo. Lo que hago es trabajar más en clase para traerme la tarea mínima a casa, y de momento sigo sacando buenas notas y llevo bien los entrenamientos, así que sin problemas", declara al tiempo que visualiza su futuro más cercano: "A mí me gustaría seguir jugando al waterpolo hasta que fuera posible, porque el deporte me gusta mucho, y me gustaría estudiar algo relacionado con el mismo, y ojalá pudiera dedicarme profesionalmente al waterpolo. ¿Unos Juegos Olímpicos? Sería un sueño más que maravilloso".

Y el primer paso está más que dado. Aunque los Juegos Olímpicos parezcan una meta inalcanzable, la selección absoluta ha llamado a sus puertas y ya ha realizado varias concentraciones con chicas de su edad. "El sábado pasado precisamente estuve en la última concentración con el seleccionador nacional y la verdad es que es algo que me encanta. Conoces a un montón de personas y al ver que algunas son mejores que tú, intentas ponerte a su nivel y aprender de ellas todo lo posible", concluye orgullosa. A sus casi quince años, tiene claros sus objetivos y el camino que ha de seguir para conseguirlos. Bendita precocidad.

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