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Ni la pegada sirve ya (4-3)

  • El Sevilla cae, puede que con justicia, ante un Getafe superior en juego que remontó en el último suspiro tras la doble reacción blanca. Ni los mejores Kanoute y Luis Fabiano lo arreglaron

Derrota grave y dolorosa de un Sevilla al que ya no le sirven ni los golazos de Kanoute y Luis Fabiano, ni su pegada, ni la motivación de querer dedicar el triunfo a Dragutinovic ni la obligación que debe asumir de meterse en la Liga de Campeones. Y fue grave no sólo por lo complicado que se le pone cazar al Mallorca, que además había pinchado, sino porque el equipo reaccionó no una, sino dos veces, y terminó cayendo ante el brío y el mejor juego de un Getafe que demostró que lo de la Copa no fue casualidad, que le tiene tomada la medida y que realiza un fútbol mucho más dinámico, más profundo, con más participación de todas sus piezas, con refuerzos que sí aportan, no como los del Sevilla. ¿Un fútbol más moderno? Parece que sí. Si Monchi sueña con un equipo que practica ese fútbol moderno que busca, el Getafe de Míchel es un magnífico ejemplo.

Y fue dolorosa la derrota por cómo llegó. En el último suspiro y después de un penalti que Parejo hubo de lanzar en dos ocasiones, con frialdad las dos, para darle el triunfo a su equipo tras un partido vibrante, intenso, espectacular y precioso para el espectador imparcial y de dulcísimo sabor para los de Getafe. La doble venganza de la Copa estaba servida.

Aunque pareciera increíble  tras ver el arranque del partido, el Sevilla se fue a los vestuarios ganando por 1-2. Dos zarpazos, dos detalles de la pegada que continúa conservando, fueron suficientes para enfriar los bríos de un Getafe que volvió a demostrar que es uno de los equipos que mejor les tiene cogida la medida a los sevillistas en cuanto a juego. Tres saques de esquina en los primeros cuatro minutos de juego y tres balones a la madera, además del gol de Adrián González, estaban poniendo de manifiesto lo que se estaba viendo sobre el terreno de juego. La superioridad del equipo azulón estaba siendo, durante la primera media hora, absoluta.

Míchel, escarmentado por la frustración copera, en la que su mejor juego no se vio reflejada en el resultado, optó por reforzar su medular con Celestini y Boateng, y arriba les dio libertad absoluta de movimientos a sus mediapuntas. Así, Pedro León conectaba una y otra vez con Adrián González, con Miku, con Gavilán. Hasta Cata Díaz se permitía empezar los ataques con sencillos pases rasos a los tres cuartos que horadaban el mermado eje sevillista. Una vez más, se ponían en solfa las prestaciones del centro del campo sevillista, que no termina de funcionar esté o no esté Zokora.

De ese modo, tras el primer aviso de Adrián González, que culminó una contra llevada por Pedro León y Cortés con un cabezazo al palo, el vástago de Míchel calló a sus críticos con el 1-0.

El marcador reflejaba la dura realidad. El gol, además, por esas cosas del fútbol, llegó después de una clarísima ocasión de Luis Fabiano, producida al cuarto de hora tras una excelente jugada colectiva.

Pero el Sevilla, por su pegada, reaccionó cuando menos se esperaba. Bastó la segunda combinación colectiva, y un demarraje espectacular de Adriano para que Luis Fabiano sacara su olfato. Un rato después, Kanoute demostró su talento y firmó un soberbio gol: calidad, fuerza y sutilidad. Quedaba saber si lo visto antes de esta reacción de pegada, es decir, la explosión de fútbol del Getafe, se había enfriado. O si el Sevilla habría cobrado la suficiente fuerza para contrarrestarla.

Pero los amagos iniciales de la segunda mitad quedaron en nada, amén de un lanzamiento al larguero de Luis Fabiano.

El Getafe, que salió algo frío, reaccionó, volvió a lo suyo y logró empatar con un fuerte disparo de Pedro León, pesadilla toda la noche, tras una descoordinación defensiva. Sin embargo, los de Antonio Álvarez se agarraron de nuevo al talento de Adriano, Kanoute y Luis Fabiano y el brasileño puso por delante al Sevilla con un gol para verlo mil veces repetido. Y ahí murió el Sevilla, porque Míchel sí mejoró a su equipo con los cambios y Manu, en medio del espectacular pim-pam-pum, firmó otro gran gol. Pero no quedaría ahí la cosa, porque la defensa, con Escudé desgañitado, no se bastaba para frenar el aluvión azulón. La expulsión del hipermotivado Kanoute lo complicó todo y encima Negredo perdió un balón imperdonable con su equipo tan asfixiado.

El gol de Parejo, que hubo de repetir el lanzamiento del penalti que él mismo provocó, no fue sino el premio al mejor juego del Getafe. Y cabe preguntarse si, con esta pegada, Álvarez no debería armar más al equipo y dejarse de alegrías ofensivas. Porque ya no le basta ni la pegada al Sevilla.

Ficha técnica:

4.- Getafe: Codina; Cortés, Rafa, Cata Díaz, Mané; Boateng, Celestini (Casquero, min. 55); Pedro León, Adrián (Parejo, min. 76) Gavilán (Manu, min. 71); Miku.

3.- Sevilla: Palop; Stankevicius (Lolo, min. 66); Cala, Escudé, Fernando Navarro; Jesús Navas, Renato, Zokora, Adriano (Adriano, min 71); Kanouté y Luis Fabiano (Negredo, min. 82)

Goles: 1-0, min. 16: Adrián aprovecha un pase en profundidad de Pedro León. 1-1, min.33: Luis Fabiano remata una jugada de Adriano por la izquierda. 1-2, min. 37: Kanouté define dentro del área. 2-2, min. 58: Pedro León, desde dentro del área. 2-3, min. 59: Luis Fabiano. 3-3, min. 75: Manu del Moral.

Árbitro: Clos Gómez, del Comité Aragonés. Mostró tarjeta amarilla a Stankevicius (min. 18) por parte visitante y a Mané (min. 43), Miku (min. 55) Pedro León (min. 62), Casquero (min. 86) y Cata Díaz por parte local. Expulsó por doble a amonestación a Kanouté (min. 21 y 85)

Incidencias: Partido correspondiente a la trigésimo cuarta jornada del campeonato nacional de Liga disputado en el Coliseum Alfonso Pérez ante cerca de 10.000 espectadores. Se guardó un minuto de silencio por la muerte de Juan Antonio Samaranch.

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