Con el escándalo del Hércules como telón de fondo, el Gobierno español pidió ayer a la Federación Española de Fútbol (RFEF) que actúe si ve indicios de manipulación de resultados en algún partido, algo que ya solicitó el Betis la pasada semana mediante un escrito.

"La Federación es el organismo competente para establecer sanciones", dijo un portavoz del Consejo Superior de Deportes (CSD), dejando en claro que es Ángel María Villar, presidente de la RFEF, quien debe tomar cartas en el asunto.

El presunto caso de soborno a al portero del Córdoba para facilitar el ascenso del Hércules a Primera está echando sombras en las últimas semanas sobre la limpieza de la Liga.

El diario El País publicó ayer que el máximo responsable del Hércules pagó 100.000 euros al meta del Córdoba para que se dejara anotar un gol.

"Le di 100.000 euros al portero. En el gol de Tote se tiró para el otro lado", cita el diario al constructor alicantino Enrique Ortiz, máximo accionista del Hércules.

Ortiz confiesa en una conversación telefónica con un allegado familiar que ofreció y pagó 100.000 euros a un portero (el del Córdoba, Raúl Navas, según se desprende del diálogo) para conseguir que su equipo ganara y pudiera llegar a Primera.

Luis Lucio, portavoz del CSD, explicó que el caso "está bajo secreto de sumario", por lo que es "imposible hacer valoraciones sobre algo que no se tiene en papel".

Pese a ello, Lucio reconoció que el Gobierno "está preocupado" con escándalos así y afirmó que pidió a la Abogacía General del Estado que "se interese" por el caso.

Si el CSD ve indicios de culpabilidad, aconsejaría a la RFEF que investigara el caso y, llegado el momento, dispusiera una sanción. "La Federación es la única que puede establecer sanciones y multas", recordó Lucio.

El Hércules completó su ascenso al situarse tras la Real Sociedad (primera, con 74 puntos) y empatado a 71 puntos con el Levante (segundo), mientras el Betis fue cuarto y se quedó en la segunda categoría. El Betis ya pidió asumir la plaza del Hércules en Primera. Así, la RFEF regresó en estos días a un escenario ya conocido, las acusaciones de arreglos de partidos.

La grabación telefónica, a la que tuvo acceso el diario, está incluida en el sumario del caso Brugal, una investigación judicial iniciada en mayo de 2007 sobre una supuesta trama corrupta vinculada al negocio de la basura en el sur de la provincia de Alicante.

"Las escuchas muestran cómo Ortiz dirigió cuatro presuntos intentos de compra de partidos con el Salamanca, Córdoba, Girona y Recreativo para garantizarse el ascenso, que logró como tercer clasificado", añadió el diario.

La nueva polémica sobre la manipulación de resultados recupera algo habitual en cada intervalo entre temporadas del fútbol español. Y el desenlace siempre fue el mismo: silencio de la Federación y caso archivado.

En el verano español de 2008, la Real Sociedad quiso beneficiarse a raíz de una denuncia de un agente FIFA contra el ascendido Málaga, al que acusó de haber comprado dos partidos. Se apoyó en escuchas telefónicas, como la que ayer salió a la luz.

Hace un año, el CSD recibió una nueva denuncia sobre una supuesta irregularidad en el registro de los capitales del también ascendido Xerez. Al igual que ahora, el Betis reclamó sus derechos para evitar el descenso a Segunda, algo que no consiguió. El equipo verdiblanco ya envió un escrito la semana pasada para que se vigilase de cerca este asunto y ahora el CSD pretende que la Federación tome cartas en el tema si se confirma el delito.