El Defensor del Pueblo Andaluz, Jesús Maeztu, ha abierto una queja por las presuntas irregularidades de una escuela de fútbol de Montequinto, que ocasiona innumerables molestias a los vecinos de las viviendas próximas. Los residentes afectados lamentan la contaminación tanto acústica como lumínica que tienen que soportar desde hace tres años, así como la venta de bebidas de un chiringuito de las instalaciones, el aparcamiento indiscriminado encima de la acera o los orines en mitad de la calle.

La queja es contra la escuela de fútbol instalada en el colegio San Alberto Magno, en la barriada de los Cerros, en Montequinto. Esta escuela funciona en la práctica como un polideportivo, de manera que cualquier persona que lo desee puede alquilar las instalaciones para jugar. Así, a diario se celebran partidos hasta las once de la noche en los que juegan personas mayores, que nada tienen que ver con los niños del colegio.

Los vecinos han denunciado en numerosas ocasiones tanto al Defensor del Pueblo como al Ayuntamiento una serie de irregularidades. En primer lugar, se quejan de la elevación del terreno dos metros sobre el nivel de las casas colindantes, que están a sólo nueve metros de distancia del campo de fútbol. También alertan de la contaminación lumínica y acústica que padecen, por los potentes focos de la pista y por los ruidos de los partidos.

Sobre la contaminación acústica existe un informe de la Consejería de Medio Ambiente que señala que el número de decibelios que emiten las instalaciones es superior a lo permitido por ley.

Los afectados también denuncian la venta de bebidas y alimentos en el interior del colegio, donde se celebran cumpleaños y otras fiestas. La pista carece de servicios, lo que obliga a los asistentes a realizar sus necesidades en la vía pública. El negocio carece de licencia de apertura y no tiene un horario establecido. Según las denuncias a las que ha tenido acceso este periódico, cuando acaba la escuela de fútbol, todos los días alquilan el campo a equipos de mayores que juegan hasta las 23:00.

El Defensor del Pueblo ha solicitado en varias ocasiones la documentación sobre la escuela al Ayuntamiento de Dos Hermanas, así como las actuaciones que ha llevado a cabo el Consistorio nazareno en materia de contaminación acústica y lumínica en esta escuela de fútbol. El Ayuntamiento no ha contestado a los escritos de Maeztu, que ha llegado a hacerle al gobierno local de Dos Hermanas una advertencia formal. "Su falta de colaboración podrá ser considerada para el Defensor del Pueblo como hostil y entorpecedora de sus funciones", le dice el Defensor al Ayuntamiento. Este periódico se puso en contacto con el responsable de la escuela, que declinó hacer ninguna declaración.