Calor, mucho calor, fue el que pasaron este domingo los miles de peregrinos que acompañaron a la Virgen de Valme, protectora de Dos Hermanas, en la romería que se celebra todos los años el tercer domingo de octubre. Con temperaturas más propias del verano que del otoño, la jornada transcurrió sin que se produjeran incidencias destacables.

El cortejo partió a las ocho de la mañana, con las primeras luces del día, de la parroquia de la Magdalena, en pleno centro nazareno, desde donde la antiquísima imagen mariana fue trasladada a su carreta, una hermosa galera revestida este año con papelillos blancos y verdes y exornada con ocho grandes canastos que contenían cientos de varas de nardos. Pasadas las dos de la tarde la comitiva romera llegó al Cortijo de Cuarto, donde está la ermita. A las cinco empezó el regreso.