Paradojas de la vida. Justo cuando Andalucía se erige en escaparate de la aeronáutica mundial, Alestis, su mayor protagonista, atraviesa la peor etapa desde su constitución. A unos días de la celebración en Sevilla del encuentro de negocios más importante de España, ADM 2012, las turbulencias azotan a la joya de la aeronáutica andaluza. Sumergida en un concurso de acreedores por sus acuciantes problemas de liquidez, sin consejero delegado desde la dimisión de Gaizka Grajales, y asistida por Airbus, su principal cliente -y accionista minoritario con el 1,85% del capital-, para sacar adelante la carga de trabajo del avión A350, la empresa intenta reorganizarse a toda velocidad para recomponerse lo antes posible.

Uno de los pasos en esa dirección es el nombramiento del nuevo primer ejecutivo de la compañía. Jesús Bonifacio García Argüelles, director de la factoría de Airbus Military en Tablada, será el encargado de pilotar la actual travesía del desierto, gracias al apoyo de Airbus y la Junta de Andalucía (uno de los principales accionistas con casi el 20%). Su designación se producirá en el próximo consejo de administración de Alestis, que tendrá lugar la semana que viene de forma paralela a la celebración de ADM.

Pero el nuevo gestor no ocupará el antiguo puesto de Grajales, sino el de director general de la firma. ¿Por qué? Porque en los estatutos de la sociedad hay una cláusula que dice que el consejero delegado debe ser nombrado por Grupo Alcor, accionista principal de Alestis con un 42,15% del capital, que peleó por que la silla la ocupara Manuel Hita, ex presidente de Airbus en España y actual consejero independiente de Alestis. Al encontrar el rechazo de la propia Airbus y de la Junta, el grupo vasco, propiedad de Grajales, se negó a apoyar el nombramiento de cualquier otra persona, por lo que el cargo quedará vacío. Así, la opción que han encontrado el grupo aeronáutico europeo y la Junta para colocar al director de Tablada al frente de la compañía es nombrarlo como director general. Para ello, necesitan incorporarlo como miembro del consejo de administración, con lo que su entrada supondrá la salida de Juan Pedro Vela, presidente de la Fundación Hélice, que entró recientemente a propuesta de la Agencia IDEA de la Junta.

Otra de las medidas que ejecutará Alestis para garantizar su futuro será un plan de reestructuración que contempla despidos y cierre de plantas. Como ya adelantó este periódico en febrero, la firma andaluza cerrará factorías pequeñas y obsoletas, como la antigua SK10 de El Trocadero, cuyo personal y activos pasarán a la nueva de Puerto Real, y la de Dos Hermanas, que se derivará a la también sevillana de Aerópolis. La espada de Damocles pesa, además, sobre los 100 ex trabajadores de Delphi incorporados a Alestis y afectados por un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) que expira en junio y que podría transformarse en extintivo. A cambio de todos estos recortes, impulsados desde Airbus para sanear la compañía, el grupo europeo proporcionaría financiación, en torno a 100 millones de euros, para afrontar los pagos pendientes a los proveedores y afianzar la actividad industrial de Alestis.

Precisamente otra de las exigencias que Airbus ha puesto para no dejar caer a Alestis es la unión de la firma andaluza con los otros dos contratistas de primer nivel (tier one) españoles: Aernnova y Aciturri. Una fusión que la Junta vería con buenos ojos siempre que se mantengan las factorías, la carga de trabajo y el empleo en Andalucía, según afirmó ayer el consejero de Economía, Antonio Ávila, que puntualizó que un proceso así "debe surgir de manera natural". No obstante, un paso así se daría una vez que Alestis afiance su viabilidad y supere el concurso de acreedores.