Airbus eleva el tono de su exigencia, pero los principales actores del sector aeronáutico español siguen resistiéndose a integrarse. El constructor aeronaútico europeo tiene muy claro que, para sobrevivir en un mercado cada vez más competitivo y global, los tres contratistas de primer nivel (tier one) españoles tienen que caminar hacia su concentración, una posibilidad que las compañías se muestran dispuestas a estudiar en el futuro, pero a la que no ven ningún sentido industrial ni económico actualmente. Así lo pusieron de manifiesto ayer ambas partes en la inauguración de la mayor convención del sector aeroespacial de España, ADM 2012, que se celebra en Sevilla hasta el jueves.

Las palabras del presidente de Airbus Military, Domingo Ureña, fueron más contundentes que nunca. A pesar de que el mensaje de la creación de un campeón nacional en aeronáutica lleva circulando ya bastantes años, ayer se subrayó con más énfasis. Advertencias del tipo "o aceptamos que hay que ir hacia la consolidación de los tier one o perderemos el tren de los costes y la competitividad en favor de otros países", o sentencias del tipo "en España empezamos a no ser competitivos" o "aún nos queda mucho para tener actores españoles de peso en el escenario mundial", fueron algunas de las frases que lanzó Ureña. Y es que Airbus, como empresa tractora, quiere trabajar en sus programas con socios de gran dimensión que asuman parte del riesgo de los proyectos, de ahí que necesite contratistas "financiera e industrialmente más sólidos" para que puedan abordar las inversiones y los plazos cada vez más exigentes de esta industria. "Olvidemos a las empresas que sólo se dedican a fabricar, nosotros queremos compañías que no sólo diseñen y produzcan, sino que se ocupen de la cadena de suministro, lo que requiere una gran profesionalización e internacionalización", afirmó Ureña.

Se puede decir más alto, pero no más claro. Y las reacciones no tardaron en llegar. Las compañías aludidas, las tres contratistas españolas de primer nivel, la andaluza Alestis, la vasca Aernnova y la castellanoleonesa Aciturri, abrieron la puerta a estudiar esa posible integración de cara al futuro, marcando como líneas rojas que tuviera sentido industrial y económico. Pero, eso sí, con diferentes grados de entusiasmo. Alestis, sumergida en un concurso de acreedores por sus acuciantes problemas de financiación, fue la que recogió el guante de Ureña de mejor grado -quizá porque su nuevo primer ejecutivo proviene de las filas de Airbus Military en la planta hispalense de Tablada-, mientras que las otras dos se mostraron dispuestas a abordar esa posibilidad, pero no de forma inmediata, sino "más a medio plazo, dentro de unos años".

El nuevo director general de Alestis, Jesús García Argüelles, sintonizó con el mensaje del fabricante aeronáutico europeo en su primera aparición pública desde su nombramiento el viernes pasado. "La concentración industrial puede ser uno de los caminos para ganar peso en este negocio", señaló, para pasar a solicitar a las Administraciones que fomente estos movimientos. Incluso fue un paso más allá y demandó "una legislación que haga más ágiles las operaciones de integración".

Sumergida en un proceso concursal, Alestis es de las tres compañías la que presenta peor situación, motivo por el que podría intentar apoyarse en una posible fusión para fortalecerse. Aún así, fuentes de la compañía admitieron que eso sería en una siguiente fase, una vez superada la suspensión de pagos.

Por su parte, el presidente de Aernnova, Iñaki López Gandásegui, alejó aún más el objetivo. "No ha habido contactos entre las empresas; las informaciones publicadas sobre la aproximación de mi compañía a Alestis son completamente falsas", sentenció. Reconoció que "probablemente tengamos una cifra reducida de facturación y contar entre las tres con un volumen cercano a los 1.000 millones de euros sería positivo para lograr mayores contratos", pero también quiso dejar claro que una posible fusión se debería abordar desde "la prudencia" y "sin precipitación".

El consejero delegado de Aciturri, Ginés Clemente, secundó sus palabras. "De este tema no hemos hablado, pero debería fluir de una manera natural y nacer desde las propias empresas", en una clara crítica a las presiones externas. Es más, subrayó que "actualmente no tendría sentido industrial ni económico", dada la compleja situación de las tres empresas, coronadas por el concurso de Alestis, las presiones para entregar piezas de nuevos programas aeronáuticos o el cierre del grifo crediticio. No obstante, Clemente dijo al director general de Alestis: "Cuenta conmigo y con mi empresa para todo lo que sea necesario", frase que matizó al aclarar que no se refería "a iniciar una integración ni a prestarle dinero -bromeó-, sino, si se diera el caso, a fabricar parte de los pedidos que no pueda afrontar para que no pierda esos contratos", dijo. "No he visto nunca que la suma de empresas con problemas haya dado un resultado mejor", sentenció.