No está todo el partido jugado, pero ya se puede decir que Andalucía perderá algo en la distribución de fondos de la nueva Política Agraria Común 2014-2020. Sobre todo en desarrollo rural, que son las políticas de fomento agrario gestionadas por la Administración, en este caso la Junta de Andalucía. La Consejería de Agricultura ya anunció el pasado lunes que la región recibiría, según la propuesta del Gobierno, 1.906 millones, 211 menos que en el periodo anterior (-10%). Ayer la Conferencia Sectorial de Agricultura -que reúne a autonomías y Gobierno- confirmó esta cifra, que equivale a unos 270 millones por año, 30 menos que en el periodo 2007-2013.  La Junta se queja, además, de que el Estado reduce la cofinanciación de los programas del 50% al 30%, y calcula a partir de ahí 47 millones adicionales de recorte. En este caso lo que ocurre es que la Junta debe aportar más para que la ayuda llegue y los programas se ejecuten. Pero de ello no se deduce un recorte directo de fondos comunitarios.

Respecto a las ayudas directas al agricultor, fuentes de la Consejería de Agricultura afirmaron que aún no se conoce el montante global que recibirá Andalucía. Pero sí se saben los sectores que estarán acoplados, es decir, con ayudas vinculadas a la producción (585 millones al año en España, el 12% de los fondos). Desde el Ministerio se ha primado la ganadería, y además de la vaca nodriza y el cebo de ternero se incorporan la vaca de leche, el ovino y el caprino, entre otros. Como consecuencia, Andalucía pierde, porque aquí hay menos ganadería, aunque ya desde COAG Andalucía -con una valoración muy negativa del resultado- se advertía ayer que  se prima "a industrias que no favorecen el tejido productivo porque sus animales son en gran medida importados de otros países". Los intentos de la consejera de Agricultura, Elena Víboras, de incluir cultivos andaluces "en grave situación de riesgo", como el olivar en pendiente, el trigo duro y la uva pasa, han resultado infructuosos, y sólo se han logrado ayudas "de un nivel muy bajo" para el caprino y los frutos de cáscara de secano. En total, son 160 millones de merma para la región, 32 por año. No es una cantidad tan significativa como la del desarrollo rural. Si se toma como referencia el último año con datos cerrados, 2012, la rebaja es de alrededor del 2% respecto al total de ayudas directas en ese año (1.674 millones). En cualquier caso, y al margen del acoplamiento, el Gobierno mantiene que sectores y territorios recibirán ayudas similares a las del periodo anterior, con entre 22 y 24 comarcas y un margen de variación del 0,67%, por lo que incluso no sería descartable un ajuste que compense a Andalucía por las pérdidas en ayudas acopladas. Asaja-Sevilla, más satisfecha que COAG, considera "que el saldo final de las ayudas para los productores no va a sufrir reducciones significativas, y se situarán por debajo del 2%".

Si se suman los recortes en ayudas acopladas y desarrollo rural para Andalucía el resultado es de 371 millones de euros menos (418 si se incluye la reducción de la cofinanciación del Estado). En la Consejería no se entiende el tajo en desarrollo rural. "No se explica que habiendo subido en 238 millones estos fondos para España Andalucía pierda 211". La Junta se lamenta que la región sea la única que ve reducida esta ayuda.

El ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, argumenta que con los criterios "objetivos" aplicados la región habría perdido 405 millones, y que ante esa circunstancia decidió aplicar un "estabilizador de pérdidas" para que  no fueran tan traumáticas. Arias Cañete cree que Andalucía fue la gran beneficiada en el anterior periodo, cuando, sostiene, incrementó "sustancialmente" e "injustificadamente" sus ingresos.