La sociedad actual exige cambios en la prestación de los servicios públicos. Una evolución tecnológica de vértigo y unos ciudadanos cada vez más informados y conectados imponen la implantación de fórmulas y canales que resuelvan sus necesidades y problemas de una manera más simple y ágil. "No es normal que para hacer una gestión haya que pasar por 25 ventanillas o navegar por 25 páginas web", ejemplifica Gustavo García, socio de Deloitte y responsable de Consultoría del Sector Público. "Hay que apoyarse en la tecnología para gestionar las ciudades de una manera inteligente y con un coste razonable", apostilla. Así lo subrayó ayer en la jornada técnica organizada por Grupo Joly y Emasesa que, bajo el título de TIC al servicio del ciudadano, congregó en torno a cien profesionales de diversos sectores.

La mayor parte de la población mundial se concentra en las ciudades, motivo por el que se hace necesario caminar hacia modelos sostenibles y eficientes de gestión que garanticen la calidad de vida de sus ciudadanos. Sin ir más lejos, el 80% de los habitantes de España viven en el 4% del territorio -por norma general, en núcleos urbanos-, por lo que muchos ayuntamientos, además de preocuparse por temas energéticos, medioambientales, de gestión de residuos o de desarrollo urbano sostenible, también están volcados en incorporar TIC -tecnologías de la información y la comunicación- a su día a día para mejorar la prestación de los servicios municipales.

Convertir una ciudad en una smart city -ciudad inteligente- además de acercar la Administración al ciudadano y viceversa, abre oportunidades de negocio y empleo. "Las empresas no pueden perder este tren", indicó Jesús Maza, consejero delegado de Emasesa en la apertura de la jornada. Una opinión que fue secundada por el director de Empresas y Administraciones Públicas para el Territorio Sur de Telefónica, Ignacio Ochoa: "Este proceso puede servir para apuntalar la creación de empresas locales de desarrollo tecnológico". "Las smart cities deben basarse en plataformas de software abiertas y nada encorsetadas, de modo que puedan dar cabida a aplicaciones de firmas locales que vengan a beneficiar el funcionamiento global de la ciudad", añadió Antonio Fernández, director territorial para Andalucía y Extremadura de Vodafone.

Pero dar el paso de una gestión tradicional a una inteligente no es tan sencillo. "Se trata de un cambio radical en un contexto de restricciones presupuestarias", afirmó Gustavo García, socio de Deloitte, algo en lo que abundó Rafael Serrano, director gerente de El Puerto Global, al incidir en que "es un reto muy, muy difícil porque el 97% de los ayuntamientos no tienen medios técnicos ni humanos para hacerlo realidad".

Sin embargo, todos los ponentes de la jornada técnica coincidieron en que, pese a lo complejo de la situación, es un "proceso imparable" tanto por las presiones ciudadanas -personas cada vez más exigentes con los servicios públicos- como por las institucionales, ya que Europa demanda la implantación de medidas que mejoren la relación de los consistorios con sus habitantes. "El cambio es irrenunciable porque el modelo actual está obsoleto, es poco ágil, no tiene una visión integrada y global de los servicios y las áreas municipales, sino que las ve como cosas separadas y sin interconexión", critica García.

En cualquier caso, los expertos insistieron en que la tecnología para lograr esta transformación está disponible y en que lo único que falta es encontrar un modelo económico sostenible y una apuesta decidida por parte de los líderes municipales. "Hoy hay aplicaciones para todo: para ver cómo está el tráfico, saber cómo evolucionan las pernoctaciones, cuál es la ocupación de los hospitales, cuál es el estado del alumbrado... pero se necesita una visión integral que lo englobe todo en una sola plataforma, en la que los ciudadanos también puedan intervenir y ser partícipes", explicó Ochoa.

En este proceso, no hay que hacerlo todo de golpe. "Puede ser escalable, modulable e insertable de forma progresiva", aconsejó el socio de Deloitte. Así es como lo está haciendo el consistorio sevillano y sus empresas públicas, cuyos representantes estuvieron invitados a las jornadas técnicas. El gerente del ITAS (Instituto Tecnológico del Ayuntamiento de Sevilla), Francisco Ramírez, explicó que hace tres años el Ayuntamiento asumió el liderazgo de una estrategia de coordinación de proyectos tecnológicos en la ciudad que ha dado a luz organismos como el que dirige. Por su parte, Alberto de Leopoldo, gerente de Urbanismo, indicó que "las TIC han cambiado de forma radical nuestra manera de trabajar". Su primer reto fue elaborar una base de datos con toda la información referente a su ámbito para, después, lanzar dos aplicaciones: una sobre monumentos de la ciudad y otra sobre rutas en bicicleta.

Por su parte, Francisco J. Rodríguez, gerente de Lipasam, comentó que han introducido muchos cambios para mejorar el servicio de la empresa pública de limpieza. "Hemos incorporado vehículos eléctricos que consumen menos y no hacen ruido y lanzado un modelo de gestión de incidencias para conocer la percepción de los ciudadanos", dijo. Desde Tussam, su gerente, Manuel Torreglosa, también sacó pecho. "Hoy tenemos geolocalizada a toda la flota de autobuses (377), contamos con una sala de control desde donde se dan las órdenes de regulación para garantizar las frecuencias de paso (ocho minutos de espera) y, sobre todo, hemos lanzado una aplicación para smartphones para que los clientes sepan en qué momento exacto llegará su autobús", explicó.

Para el subdirector de Estudios y Análisis Estratégicos de Endesa para Andalucía y Extremadura, Rafael Sánchez, "la irrupción de las TIC en la gestión energética sostenible está aportando mayor calidad a menor coste". Además, están ayudando a alcanzar objetivos europeos como menos niveles de CO₂ y garantías en el suministro.