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Economía

El Gobierno eleva a 180.000 euros el mínimo para tributar por el despido

  • Con la rectificación trata de "evitar debates innecesarios" La anterior propuesta gravaba la indemnización desde los 2.000 euros por año

El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, avanzó ayer que el proyecto de ley de reforma fiscal elevará el mínimo exento en la tributación de indemnizaciones por despido hasta los 180.000 euros, siguiendo el modelo foral navarro.

En el anteproyecto de ley, el Gobierno estableció un mínimo exento de 2.000 euros por año trabajado, medida que muy criticada por los agentes sociales y la práctica totalidad del arco parlamentario, por lo que Hacienda ha decidido finalmente elevar dicho mínimo. En concreto, esa exención dejaba libre de tributación a trabajadores que cobraran hasta 20.000 euros anuales, cuando hasta la reforma sólo tenían que tributar las indemnizaciones cuando superaban el máximo legal de 45 o 33 días por año trabajado.

Con este nuevo giro, el Gobierno pretende "eliminar debates innecesarios" y dedicarse "a resolver lo que realmente importa a los ciudadanos", en palabras de Montoro. Así, el establecimiento del umbral en 180.000 euros supondrá que el 99,9% de los afectados por despido no tendrán que tributar, según el Ministerio de Hacienda. Con la anterior propuesta, se quedaban fuera de esta obligación el 79% de las indemnizaciones.

Los pagos superiores a 180.000 euros tributarán por el exceso, si bien, al tratarse de rentas obtenidas de forma irregular en el tiempo (más de dos años), la renta sujeta se reduce en un 30%. El nuevo límite coincide con el regulado por despido en la Comunidad Foral de Navarra y, desde enero de 2014, la Diputación Foral de Guipúzcoa.

En cualquier caso, Hacienda destaca que esta medida se adopta en un momento en el que la situación ha variado notablemente respecto a años anteriores, con una disminución de los ERE y los despidos y un incremento del número de trabajadores que se reincorporan al mercado de trabajo.

Otro de los anuncios hechos ayer por Montoro se refiere al Impuesto de Sociedades, que sufrirá cambios para "mejorarlo" a través de dos figuras. De una parte, "se bajará el tipo de gravamen", de forma que "se gane capacidad de competir"; y de otra, se creará para las pymes la reserva de capitalización, una figura que viene a "reforzarlas para que cuenten con recursos propios". En este sentido, la reforma que prepara el Gobierno considera muy importante que las empresas no tengan que depender tanto de la financiación externa, por lo que tratará de incentivar la creación de una reserva de capitalización para las empresas. "Al incentivar fiscalmente esta capitalización se las ayuda a fortalecerse con fondos propios con el objetivo de que puedan financiar sus futuras inversiones y crecer", según Hacienda.

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