Economía

Llega a Francia la bacteria que arrasa el olivar italiano

  • El país galo destruye plantas de café importadas de Costa Rica, infectadas por la xylella fastidiosa

Francia ha detectado la bacteria que está matando olivos en la región italiana de Apulia en unas plantas de café procedentes de Costa Rica que llegaron al mercado de abastos de París, en Rungis. Sin embargo, estas plantas se destruyeron y no se tiene constancia de más casos.

"Esta mosca no está en Francia", afirmó ayer en una entrevista el ministro francés de Agricultura, Stéphane Le Foll, en referencia a la xylella fastidiosa, que ha matado a miles de olivos en el sureste de Italia. Le Foll explicó que, tras haberse detectado unas plantas procedentes de Costa Rica infectadas, se destruyeron, con lo que el problema "se circunscribió" y no se han vuelto a tener informaciones sobre otras incidencias.

El responsable francés señaló que "Europa debe tomar decisiones sobre la importación" para evitar la propagación de esta enfermedad, establecer protocolos para tratarla y conceder ayudas a los agricultores italianos afectados porque "están en una situación catastrófica" que "no quiero para Francia".

Los agricultores del sur de Italia se enfrentan al drama de tener que ver morir aproximadamente a un millón de olivos y empiezan a temer los efectos que podrá tener la prohibición de la venta de ésa y otras plantas en Europa.

Desde que hace un año y medio apareciera la bacteria xylella fastidiosa en la provincia de Lecce -tras la importación de plantas enfermas desde Costa Rica-, el primer brote dentro de la UE, los problemas no han hecho más que multiplicarse. Falta una terapia efectiva que erradique ese microorganismo, originario de América, que se introduce y obstruye los vasos vegetales que conducen el agua y las sales minerales. El resultado es demoledor: las hojas del olivo que están en la parte superior mueren de sed y en muchos casos el árbol se deseca rápidamente hasta perecer.

La estrategia pasa por la prevención, evitando el movimiento de plantas susceptibles a la bacteria, y de contención. Esto último implica atacar a los insectos vectores mediante insecticidas y trabajando la tierra de forma mecánica, con el fin de matar a los ejemplares jóvenes que en primavera permanecen en el suelo porque todavía no vuelan.

Italia es, después de España, el mayor cultivador de olivos de la UE con 1.700.000 hectáreas. Se calcula que el 10% de esos olivos, en torno a un millón, ya ha sido afectado por la bacteria.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios