Economía

El Faro sienta las bases para garantizar el relevo generacional

  • El grupo de restauración se prepara para la llegada de la tercera generación José Manuel Córdoba da a conocer el modelo de gestión que garantiza su proyección futura

Como González Byass, el grupo de restauración El Faro es una empresa familiar aunque mucho más joven que el grupo bodeguero de origen jerezano, ya que cumple ahora medio siglo, en concreto 51 años, desde que los padres de los actuales propietarios abrieron El Faro de Cádiz, el primero de los cinco establecimientos -El Faro de El Puerto, El Ventorrillo del Chato, Barra 7 y catering El Faro- con los que cuenta este grupo de restauración.

De los seis hijos del matrimonio, sólo tres -Fernando, Maite y José Manuel- protagonizaron hace ahora 25 años el primer relevo generacional de la familia Córdoba, que ahora se prepara para la incorporación de los primeros miembros de la tercera generación, transición que el clan familiar ha comenzado a planificar con ayuda de un coach.

Los nuevos herederos del negocio familiar aún tardarán dos o tres años en completar su formación, explicó José Manuel Córdoba, quien en representación de la familia expuso ayer en el III Foro Pyme del Banco Popular celebrado en Jerez los ejes del proceso de transición hacia la tercera generación en el que comenzaron a trabajar hace pocos años.

El gerente del Ventorrillo El Chato y Barra 7 subrayó durante su intervención que si el relevo generacional es garantía de Una empresa con proyección de futuro -título bajo el que presentó su ponencia-, el capital humano, que abarca los 132 trabajadores que actualmente tiene en plantilla el grupo, "es la clave".

Con ayuda del coach y la participación de sus empleados, los hermanos Córdoba han diseñado un plan que identifica dónde están en la actualidad para, a partir de ahí, abordar hasta dónde llegar. "Mis padres ya intuían que el diálogo y el respeto eran los pilares del negocio", los mismos que rigen ahora para alcanzar el objetivo de completar la transición generacional y seguir creciendo, explicó.

"No queremos ser mediocres, queremos ser los mejores y para lograrlo, es fundamental gestionar el capital humano, lo más difícil, pues sólo así podemos seguir creciendo", significó Córdoba, quien acto seguido detalló los cinco puntos en los que se basa el actual organigrama que facilitará la transición, a saber: medición; formación; creación de unas bases sólidas; profesionalización; y constitución de un canal de comunicación efectivo.

A través de estos cinco puntos y de la aplicación de técnicas de gestión empresarial, como la inteligencia emocional para la resolución de conflictos y la mejora del ambiente de trabajo, desde el primero hasta el último de los trabajadores del Grupo El Faro ha tomado conciencia de que "todos somos importantes y todos sumamos", pues "cuanto más felices, mejor se trabaja".

Medición y formación contribuyen a crear unas bases sólidas del negocio, más aún en un escenario en el que más que la crisis económica, José Manuel Córdoba aludió a la "crisis de valores" como el factor más preocupante. Para hacerle frente, se escogieron y desarrollaron cinco valores que se sustentan en el comportamiento ético -respeto; sinceridad y honestidad; compañerismo; responsabilidad; y trabajo en equipo-, y se creó un régimen interno, en el que se identifican las conductas prohibidas leves y graves con sus respectivas sanciones, "muchas insignificantes como trabajar una hora más", toda vez que deslizó que la familia es más partidaria de primar el esfuerzo antes que castigar.

El cuadro se completa con la profesionalización, en la que se delimitan las responsabilidades y funciones de cada trabajador en función de su puesto y categoría, el salario, la jornada..., y la creación de un canal de comunicación efectivo.

"¿Cuánto nos queda por hacer? Es un camino muy largo, pero queremos seguir y tenemos un modelo de gestión para crear una cantera de líderes", apostilló José Manuel Córdoba.

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