El perfil del emprendedor en España en 2015 es el de un hombre, menor de 35 años, con formación universitaria o de postgrado y con experiencia en el trabajo por cuenta ajena antes de decidirse a montar su propia empresa. Así lo recoge el Mapa del emprendimiento South Summit 2015, realizado recientemente por Spain Startup.

Los emprendedores son cada vez más jóvenes y enfocan sus negocios hacia la tecnología e internet. Y es que las nuevas tecnologías hacen posible, por ejemplo, que negocios tradicionales encuentren su valor diferencial. Su aplicación supone a la vez una oportunidad, porque posibilita que el negocio llegue a todo el mundo, y un reto, porque la competencia es también global.

Un estudio de Startupxplore, comunidad on line de startups e inversores, recoge que Andalucía es la cuarta comunidad autónoma por número de startups -nueva empresa innovadora de base tecnológica-, por detrás de Cataluña, Madrid y Comunidad Valenciana. Aunque el escenario para el emprendimiento tecnológico es cada vez más favorable en la región, se crece a un ritmo más lento respecto a otras zonas y es necesario acelerar un cambio de mentalidad en relación con la innovación; un proceso que empieza por una nueva visión cultural, educativa y estructural. Ésta fue una de las conclusiones del encuentro sobre Emprender en tecnología: retos y oportunidades, una iniciativa del Programa Minerva dentro del ciclo Los desayunos de redacción. En esta sesión intervinieron el director general de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información, Manuel Ortigosa, en representación del Gobierno autonómico; el responsable de Relaciones Institucionales de Vodafone España, Jesús Pérez; la directora del Programa Minerva de aceleración de empresas, Gracia Catalina; el gerente de la compañía EPC Tracker, Mario Rondán; y el fundador de Workincompany y organizador del Startup Weekend Sevilla, Jaime Aranda.

"La cultura que rodea aquí al emprendimiento no es propicia; el entorno te obliga a no equivocarte", resumió el empresario Rondán. En el debate, que estuvo moderado por el director de Diario de Jerez, Rafael Navas, los participantes coincidieron en la necesidad que hay en Andalucía de dejar de ver el fracaso como algo negativo, en particular aplicado al mundo del emprendimiento, y entenderlo como parte del proceso de aprendizaje y como un "trampolín para avanzar", en palabras de Ortigosa.

En este nuevo paradigma en el que se potencie la creatividad y el emprendimiento tienen protagonismo la Administración Pública, la empresa y el entorno educativo, desde la familia a los centros de enseñanza, para propiciar el cambio cultural y de mentalidad, señaló Catalina. Manuel Ortigosa añadió que el emprendimiento debe verse como "un valor innato" que se potencie desde la infancia y Jesús Pérez apuntó la necesidad de "dejar que los niños se equivoquen". En su opinión, este cambio en la familia se da "más lentamente que en las universidades y respecto a los avances tecnológicos".

En la educación pública ya se trabaja en esta línea renovadora: el Plan para el Fomento de la Cultura Emprendedora en el Sistema Educativo Público de Andalucía incluye propuestas como las miniempresas educativas, simuladores empresariales, competiciones de ideas de negocio para estudiantes de Formación Profesional y el impulso de actividades extraescolares sobre emprendimiento, entre otras. Así, Ortigosa defendió llevar la asignatura de emprendimiento más allá de las carreras técnicas, "porque se puede emprender en cualquier sector".

La financiación fue otro punto sensible tratado en este debate. Manuel Ortigosa indicó que se están buscando nuevas líneas de financiación comunitaria de apoyo al emprendimiento para ofrecer más recursos, mientras que Jaime Aranda señaló que en Andalucía "las redes de business angel no terminan de arrancar y no conseguimos convertir el talento en merecedor de la inversión; saber esto es el camino para mejorar". Por su parte, Jesús Pérez consideró que "no todo es cuestión de dinero", sino de querer participar en la construcción del tejido empresarial. Así, mencionó iniciativas como el Programa Minerva de aceleración de empresas, impulsado por Vodafone y la Junta de Andalucía, y el espacio Minerva Forum, que reúne a una red de colaboradores que funciona como "un espejo en el que mirarse para crear empresas de éxito y prestigio". Manuel Ortigosa recordó que el emprendimiento tiene una parte sistemática que "requiere mucho trabajo continuado" y que Minerva aporta a una idea innovadora y a un equipo "el modelo de negocio, la planificación y la financiación" sin filtros de entrada como pueda ser la edad del emprendedor. "Lo que más valoran los emprendedores es el apoyo institucional y financiero y los programas de fomento a la creación empresarial y de capacitación en la gestión", sostuvo. "El reto es que el talento encuentre un buen colaborador con experiencia para emprender un buen negocio", resumió Aranda, para el que el talento "se adquiere".

Y es que otro de los retos es enseñar al emprendedor a vender su idea, a verbalizarla. Aquí toman especial importancia los espacios de coworking e iniciativas como Startup Weekend, un evento de 54 horas en el que equipos de varios perfiles profesionales tratan de poner en marcha una idea de negocio. "De quien más se aprende es del cliente", recordó Jesús Pérez, para quien es un error "buscar la excelencia sin preguntar al mercado; se triunfa cuando hay feedback con el cliente, compre o no nuestro producto".

Para concluir, los ponentes coincidieron en que el objetivo es que el ecosistema del emprendimiento sea cada vez más sostenible y autónomo. La directora de Minerva instó también a cambiar los paradigmas y los mercados usando la tecnología; un replanteamiento que debe hacerse, en opinión de Mario Rondán, "lo más rápido posible, porque en un mundo globalizado empezar tarde se penaliza".