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Desayuno informativo con Carmen Ortiz

'Cultivar' la imagen, el desafío del agro para crecer en valor añadido

  • La consejera de Agricultura, Carmen Ortiz, analiza la situación del sector agroalimentario y anima a continuar por la senda de la concentración de la oferta para ganar competitividad.

Las exportaciones agroalimentarias andaluzas crecieron entre enero y junio de 2015 un 7,1% con respecto al mismo periodo de 2014, mientras que han superado los 5.600 millones de euros, según anunció ayer la consejera de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Carmen Ortiz, durante su intervención en el desayuno-coloquio Retos y oportunidades del sector agroalimentario organizado por el Banco Santander y el Grupo Joly y que se celebró ayer en Almería.

La titular de Agricultura en Andalucía ha destacado la "pujanza y fortaleza" del agro andaluz y, en este sentido, hizo referencia al carácter emprendedor y dinámico de la provincia almeriense, que está "a la vanguardia de la agricultura andaluza y a la cabeza de las exportaciones en agroalimentación".

Concretamente, Almería fue la provincia que más valor ingresó por las exportaciones de productos agroalimentarios de enero a julio de 2015, con 1.500 millones de euros, el 28%o del total, unas cifras que confirman el incremento para la provincia de 165 millones de euros respecto a los primeros siete meses de 2014.

Para Ortiz, estos datos responden fundamentalmente a la producción hortícola, que con algo más de 50.000 hectáreas, genera más de 1.700 millones de euros de valor de las cosechas o el 83% de toda la producción agraria de la provincia, así como más del 60% de la producción hortícola de toda Andalucía.

Según la consejera, el presente y el futuro pasa por dar un "nuevo impulso" a este modelo, con el objetivo de seguir avanzando en un mercado "cada vez más globalizado, con más competidores y consumidores".

La consejera trasladó al sector el apoyo del Gobierno andaluz para trabajar en la consecución de estos objetivos y explicó que el nuevo Programa de Desarrollo Rural de Andalucía pone a disposición de los andaluces una capacidad de inversión pública de 2.450 millones de euros.

Entre las medidas de este programa, destacó los incentivos para la modernización de explotaciones, con 182 millones de euros, la mejora de infraestructuras con 101 millones de euros para caminos rurales y 112 para regadíos, así como la primera instalación de jóvenes agricultores, con 130 millones de euros.

Este programa contempla a su vez 203 millones de euros para la modernización del tejido empresarial, 145 millones para la transferencia de conocimiento e innovación y 451 millones para respaldar el desarrollo de modelos de producción sostenibles a través de las convocatorias de ayudas de agroambientales y a la producción ecológica.

Además de recordar el peso específico creciente cualitativa y cuantitativamente del aceite de oliva, el vino, los cítricos, la almendra, el porcino y el caprino que genera Andalucía y también Almería, lo que supone un referente en diversidad agroalimentaria a escala nacional, la consejera de Agricultura enarboló la bandera de la unión en el campo como palanca para ganar competitividad frente a los últimos eslabones de la cadena productiva, la gran distribución, a la hora de incrementar el poder de negociación del precio de las frutas y las hortalizas, principalmente. Abogó por seguir trabajando "unidos", algo que consideró "fundamental" para que "este modelo que tan buenos resultados ha dado en las últimas décadas, siga resultando eficaz en el futuro".

En este sentido, animó a los agentes del sector agroalimentario a ganar dimensión empresarial, para lo que contarán con el apoyo y el fomento de alianzas para alcanzar una mejora en las economías de escala, y vertebrar mejor de esta forma el territorio andaluz.

En este punto recordó el paso al frente que han dado la Asociación de Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas de Almería, Coexphal, y la Federación Andaluza de Asociaciones de Empresarios Comercializadores Hortofrutícolas, Ecohal Andalucía. Ambas entidades anunciaron el pasado mes de mayo el inicio de conversaciones para llevar a cabo su integración.

Carmen Ortiz también defendió un modelo sostenible y recordó que la horticultura de Almería, por la lejanía de sus principales mercados, tiene unos costes en transporte mucho más elevados que la agricultura holandesa. "Sin embargo, para producir un pimiento, el agricultor de Almería necesita 15 veces menos energía que un holandés", apuntó. Para conseguir mayor valor, pidió diferenciación. "El origen, los medios con los que producimos, cómo manipulamos y transformamos los productos son factores determinantes en la calidad diferenciada. Es cierto que nuestras verduras son conocidas y reconocidas por los consumidores europeos por su calidad. Pero no podemos quedarnos aquí. Tenemos que seguir cultivando nuestros productos como mejor sabemos. Debemos cultivar también su imagen", solicitó al sector. Tiró de refranero: "El buen paño en el arca se vende", dijo. "Pero hoy en día hay que hacer un mayor esfuerzo para comunicar y dar a conocer las bondades de nuestros productos. Por eso es tan importante invertir en promoción". Y recalcó el verbo: invertir, porque "si se hace bien, lejos de ser un gasto, es una de las mejores inversiones que podemos realizar".

Minutos antes de la intervención de Ortiz tomó la palabra el director territorial del Banco Santander en Andalucía, Alberto Delgado, que destacó el compromiso de la entidad financiera con las pymes y recordó el liderazgo de la firma en Andalucía en concesión de créditos ICO a pymes al cierre de 2014, con una cuota de mercado del 31,69%.

Alberto Delgado destacó las principales cifras que maneja el Banco Santander en Andalucía, donde cuenta con más de dos millones de clientes repartidos por su geografía, además de una cifra superior a los 130.000 accionistas. La entidad financiera que preside Ana Botín genera un volumen de negocio de más de 40.000 millones de euros en Andalucía, con un equilibrio en sus balances, según indicó Alberto Delgado, pues este montante se desglosa en alrededor de 20.000 millones, que corresponden a la inversión crediticia, mientras que los restantes 20.000 millones de euros son los depósitos de los clientes.

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