Arabia Saudí, segundo productor mundial de petróleo, ha comenzado a retrasar los pagos a las empresas privadas que operan en el país, afectada por la caída de los precios del crudo.

Según informaba ayer la agencia Bloomberg y recogían algunos digitales, algunas de estas compañías han tenido que esperar más de seis meses para recibir los pagos. El Gobierno de Riad, al parecer, pretende con esta medida retener el dinero en efectivo en el país. En algunos casos, ha intentado, incluso, recortar el montante de algunos contratos.

Los analistas consideran que la demora en los pagos podría retrasar la finalización de grandes proyectos como la construcción del metro de Riad, valorada en 22.000 millones de dólares. Este proyecto lo ejecuta un consorcio que está liderado por FCC. También podrían sufrir recortes algunos de los proyectos en marcha, como el AVE entre Medina y La Meca, en el que participan empresas como Adif, ACS, Colsultrans, Copasa, Siemens, Imathia, Inabensa, Ineco, Indra, OHL, Renfe y Talgo. Se trata de un contrato de 6.700 millones de euros que ya está en una fase de ejecución muy avanzada y que incluye un contrato de mantenimiento por un periodo de siete años.