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Un grupo qatarí presenta el proyecto de un hotel de lujo en Málaga

  • El promotor del inmueble, de 135 metros de altura y una inversión de entre 100 y 120 millones, espera que la obra arranque a finales de 2017.

El hotel de lujo proyectado junto al dique de Levante, en el puerto de Málaga, sale a escena. Y se muestra en su plenitud al análisis. El diseño del establecimiento promovido por el fondo qatarí Al Bidda Group, firmado por el arquitecto José Seguí, fue presentado ayer en sociedad sin que existan garantías plenas de que pueda materializarse. Si bien existe una preconcesión administrativa por parte de la Autoridad Portuaria a la mercantil, que desembolsó hace ahora algo más de un año un aval cercano a los dos millones de euros, la misma no será formal hasta culminar los trámites urbanísticos y administrativos en marcha desde un par de años. 

 

El Puerto ha de conseguir antes el visto bueno de Puertos del Estado a la aprobación definitiva de la Delimitación de Usos y Espacios Portuarios (Deup), encallada por ciertas discrepancias en la desafectación del espigón de la térmica. También el del Ayuntamiento para la modificación de elementos del plan de especial del recinto, al objeto de permitir el uso hotelero. El último paso en este proceso lo tendrá que dar el Consejo de Ministros, competente para levantar la prohibición que pesa para la construcción de hoteles en espacios portuarios.

 

Según el calendario trazado por Al Bidda Group, la tramitación administrativa podría estar culminada el verano de 2017, siendo factible el arranque de las obras del establecimiento dentro de ese mismo año. A partir de ese momento, dos años y medio de trabajo, con lo que la apertura del hotel de lujo se desplazaría a 2020. El impacto del proyecto se dejará notar, según los datos de la mercantil, en la generación de unos 350 puestos de trabajo directos e indirectos.

 

Juega a favor de la iniciativa privada el posicionamiento a favor que hasta la fecha vienen mostrando las administraciones local y estatal. Sólo superado ese camino será cuando Al Bidda Group podrá poner las primeras piedras del que, de llevarse a efecto, será la nueva referencia visual de la capital de la Costa del Sol.

 

Sus 135 metros de altura, con capacidad para 352 habitaciones (280 estándar; 20 superiores, con salón; 24 suites estándar, 16 suites superiores, con dos dormitorios; y 12 suites reales, con tres dormitorios), casino (sin garantías de implantación) y centro de congresos, se elevan muy por encima de las actuales cotas urbanas, caso de la noria provisional de Muelle Heredia, de 70 metros, o la Catedral, de 90 metros. Todo ello por un montante que oscila entre los 100 y los 120 millones.

 

"Será una antorcha, un nuevo faro en Málaga", dijo el arquitecto responsable del diseño, que subrayó el simbolismo de un inmueble que, a su juicio, "mostrará la nueva modernidad" de la ciudad. Llegó incluso a comparar el efecto que causará entre la ciudadanía con el que en su día produjo la construcción de la Catedral. 

 

Más allá de las dudas sobre el camino burocrático a completar, el acto de presentación ayer tampoco permitió dar luz a cuestiones sobre el modelo económico del proyecto empresarial, ni sobre la incidencia que el hotel tendrá sobre la movilidad de un espacio con un único punto de acceso. Sobre la primera de las incertidumbres, el responsable de Deloitte, consultora que ha elaborado todos los documentos sobre la viabilidad de la iniciativa, evitó precisar en qué año de la concesión (que se otorgaría a 50 años) se estima que el hotel dé beneficios a la promotora.

 

Sobre la movilidad, Seguí aseguró que una de las exigencias del Puerto ha sido que la iniciativa no afecte a los flujos de entrada y salida ni la actual estacionamiento de autobuses que sirve a la estación de cruceros. El asunto, en cualquier caso, tendrá que ser objeto de análisis por parte de los técnicos municipales una vez se demanden los permisos de construcción.

 

Anticipándose a los posibles cuestionamientos sobre el impacto visual del inmueble, el arquitecto responsable del diseño atacó recordando que el verdadero impacto en el frente litoral de la capital lo representa el barrio de La Malagueta. "Es un sitio mágico para un icono de la nueva modernidad de la ciudad", insistió Seguí.

 

El representante del grupo inversor, Abdulla Darwish A D Fakhroo, destacó que el hotel del puerto es el "foco principal" de la empresa, sin descartar fueras actuaciones en España y Andalucía. Asimismo, justificó la apuesta por "invertir" en la ciudad en los estudios de mercado y viabilidad encargados, que ponen de manifiesto la potencialidad de Málaga y la posibilidad de que en las próximas décadas se convierta en la tercera ciudad de España.

 

En esta misma línea, José Antonio ', de Deloitte, fue claro al subrayar que los trabajos previos evaluaron la capacidad de la capital malagueña como destino turístico desde el punto de vista socioeconómico y turístico. "Quedaron prendados y sorprendidos por la evolución de la ciudad en relación con otros destinos y con la media nacional y esa diferencia fue la clave para continuar con el proyecto", dijo.

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