El grupo cervecero Heineken, una de cuyas principales factorías se ubica en Sevilla, anunció ayer una caída de su beneficio neto en los 9 primeros meses del 30,24%, hasta los 1.240 millones de euros, reducidos principalmente por una depreciación de activos de 233 millones de euros en la República Democrática del Congo. A ello se suma que el año pasado el grupo cedió al grupo estadounidense Crown Holdings la firma mexicana Empaque, dedicada a la fabricación de latas y botellas por 1.200 millones de euros. Esa operación tuvo un impacto positivo de 379 millones de euros en el resultado neto de Heineken.

El grupo, que no detalló su facturación en el tercer trimestre del año, sí anunció que su volumen de ventas avanzaron un 5,4% respecto al mismo período del año anterior (+2% en datos comparables).

El director ejecutivo del grupo, Jean-François van Boxmeer, celebró el "sólido" comportamiento del grupo entre los pasados meses de julio y septiembre, especialmente en mercados como Vietnam, México y Europa, y confirmó sus objetivos para el conjunto del ejercicio a pesar de las "condiciones aún desfavorables de ciertos mercados emergentes y de crecientes vientos contrarios en términos de tasa de cambio".

En el conjunto de los nueve primeros meses de 2016, las ventas de Heineken avanzaron un 6,9% en términos absolutos y un 3,3% en datos comparables, agregó la cervecera holandesa.