Las malas noticias no dejan de sucederse. Si ayer se confirmaba, con datos oficiales, que el Producto Interior Bruto (PIB) sufrió un bajón del 1,8% trimestral y del 2,9% interanual, ayer le tocó el turno a Europa. Eurostat publicó los datos de la UE, en conjunto y por países, y la conclusión no es ni mucho menos alentadora: la caída intertrimestral en el conjunto de la Unión fue del 2,5%, igual que la de la zona euro. En ambos casos, es la peor cifra desde 1995, fecha en la que Eurostat comenzó a informar del PIB. En términos interanuales, también es la mayor caída de la historia: un 4,4% en la UE y 4,6% en la zona euro.

Lo preocupante no es sólo el descenso en sí, sino el agravamiento que se produce respecto al último trimestre de 2008, cuando la contracción fue del 1,6% en la eurozona y del 1,5% en la UE. El contraste con Estados Unidos es evidente, ya que este país consiguió, al menos estabilizarse. La caída intertrimestral fue del 1,6%, exactamente la misma que en los últimos meses de 2008.

También es motivo de inquietud que sea precisamente el motor económico europeo, Alemania, el que encabece el hundimiento. Entre enero y marzo la economía germana ha descendido un 3,8%, el peor dato desde 1970, y desde marzo del año pasado el desplome ha sido del 6,9%. Los analistas coinciden en que la recesión alemana es mayor de lo esperado y se debe al hundimiento de su mayor activo, la exportación, lastrada por un momento de extrema debilidad del comercio mundial.

No sólo ha sido Alemania. Francia, cuyo comportamiento se mantenía en niveles mejores que las otras grandes potencias de Europa, sufrió una caída trimestral del 1,2% (-3,2% en tasa interanual), lo que ha llevado a reconocer al Gobierno que el bajón a finales de 2009 puede superar al de las dos últimas crisis, la de 1975 y la de 1993. El colapso francés ha tenido este trimestre, además, repercusión en la economía real: se han perdido en los primeros meses del año 138.000 puestos de trabajo, y ya hay voces en el país que dicen que Francia podría tener un millón más de desempleados en 2009. En el Reino Unido, el comportamiento de la economía fue incluso peor que en Francia: -1,9% trimestral y -4,1% interanual.

Como Alemania, Italia es un país muy dependiente de las exportaciones. Y, como el país germano, la caída ha sido dura. En el primer trimestre la contracción ha sido de un 2,4% (5,9%) interanual, sensiblemente por encima de la media europea. El problema de Italia es que el Estado tiene poco margen de actuación por su altísima deuda, que se eleva a un 110% del PIB.

De los 27 países que conforman la Unión, sólo 16 han remitido a Eurostat sus datos finales. Chipre es el único que ha visto crecer su economía en términos interanuales. Hay dos países, por otro lado, que están sufriendo duras caídas de dos dígitos: Eslovaquia, con una caída trimestral del 11,2%, atenuada por un menor índice interanual del -5,4%; y Letonia, que en términos trimestrales bajó un 11,2% y en tasa interanual un 18,6%. Los otros dos países bálticos, Lituania y Estonia, también están sufriendo duramente la crisis, con descensos interanuales del 10,9% y del 15,6%.

A pesar de que las caídas son históricas, España no sale mal parada de la comparación con el resto de Europa. Así, en términos trimestrales, sólo Francia (-1,2%), Portugal (-1,5%) y Bélgica (-1,6%) sufrieron más que nuestro país, donde la economía cayó un 1,8%. Si el ciclo temporal es de doce meses, España es, junto a Austria, el país que menos ha caído (-2,9%), si se excluye a la mencionada Chipre.

La inflación, por otro lado, se mantuvo estable en la eurozona, en el 0,6%, mientras que en el conjunto de la UE cayó una décima, hasta el 1,2%. La Comisión Europea mantiene las previsiones, pese a los datos del PIB, y cree que Europa se estabilizará en 2009 y en 2010 iniciará una "recuperación gradual".