Economía

"En España hace falta más cultura del riesgo"

  • Sergio Fernández es el autor de 'Vivir sin jefe', el único libro del mercado destinado a emprendedores en el que se plantean los 50 errores más comunes que cometen

-¿Qué diferencia a este libro del resto?

-Fundamentalmente, que es el único texto que hay en el mercado que habla de los errores de los emprendedores, de lo que no hay que hacer. Algo muy importante. A mí, por ejemplo, me hubiera venido muy bien que hace diez años alguien me dijera que no hiciera ciertas cosas en mi negocio.

-¿Y cómo nace la idea?

-En 2007 llegué de vacaciones y me encontré con problemas en mi empresa. Fui entonces a librerías en busca de obras sobre management y descubrí que no había libros destinados a emprendedores. Todos estaban dirigidos a directores de grandes empresas y multinacionales. Además, también me percaté hablando con otros emprendedores de que casi todos habíamos cometidos los mismos fallos. Se me ocurrió que estaría bien hacer una obra que explicara los 50 errores más habituales. A partir de ahí, hice una lista y monté el libro.

-Entonces, ¿a quién se dirige?

-La idea es que les sirva tanto a los emprendedores que ya han empezado su actividad como a los que están pensando lanzarse a ella. Es un libro bajado a tierra y esa es su principal ventaja. De hecho, me llegan todos los días emails de personas que me dicen que se sienten muy identificados.

-¿Cuáles son los fallos que más se cometen?

-Son errores que he cometido yo y todos los emprendedores. El dedicarte a algo que no te apasiona es el primero del que hablo en el libro. Me parece que es una equivocación clave y, si caes en él, todo lo que venga después será un fracaso sí o sí, porque no estás haciendo lo que realmente te gusta. Otros fallos son también el no saber vender o no realizar un casting entre los clientes que nos interesan y los que no.

-Pero, ¿el error también es importante?

-Por supuesto. Creo que el error está infravalorado y que hay una especie de magia alrededor del acierto. Parece que sólo se puede hablar del éxito y no del fracaso. Todos nos equivocamos y es una excelente fuente de aprendizaje.

-¿Cree que el emprendedor tiene una serie de características? -No hablaría de características porque cada persona es diferente. Dicho lo cual, como emprendedor hay ciertas habilidades que tienes que tener y que, además, se pueden adquirir. Si observas a alguien que sabe vender, estudias cómo lo hace y lo copias, conseguirás vender también.

-¿Y la inspiración y la creatividad?

-No hablo mucho de creatividad en el libro, pero sí me parece una habilidad clave que, además, se puede entrenar. En un capítulo menciono el pensamiento lateral, refiriéndome a esa capacidad de unir ideas que antes no lo estaban. También estimula la creatividad el apuntarse a cursos que no tengan nada que ver con tu profesión y te hagan salir de tu campo.

-¿Hay que hablar de talento o de constancia?

-El talento es necesario como suma de querer, poder y saber. Pero la constancia es clave. En el libro pongo un ejemplo al respecto: en los documentales de La 2, el león que se zampa a la gacela es aquel que no cambia de presa a mitad de carrera. El que, aunque la gacela se aleje un poco, continúa yendo detrás de ella. Hay que elegir bien los objetivos y no cesar.

-¿Y cómo se puede encontrar ese objetivo estimulante?

-Hay preguntas que nos podemos hacer para lograrlo: ¿Qué nos gustaría que dijeran de nosotros en nuestro funeral?, ¿qué haríamos si tuviéramos todo el dinero del mundo? o ¿qué emprenderíamos sabiendo seguro que vamos a tener éxito? Son cuestiones claves que nos dan una pista acerca de en qué nos queremos convertir y hacia dónde tenemos que dirigirnos

-¿Hay emprendedores en España? ¿Hay buena cantera?

-Es cierto que hace falta más cultura emprendedora, del riesgo. Pero es que nuestros padres y abuelos nos decían que fuéramos funcionarios. A pesar de ello, somos un país que está lanzando muchos proyectos, incluso fuera.

-¿En qué sector el emprendedor puede desarrollarse más?

-En cada sector se puede innovar, lo que hace falta son buenas ideas -¿Y las nuevas tecnologías?

-Con las nuevas tecnologías pasa algo especial. Para nuestros abuelos y padres era imprescindible saber leer y escribir. Ahora, alguien para montar una empresa necesita saber mínimamente de internet. Es un requisito necesario, pero no suficiente.

-¿No es un libro demasiado optimista?

-No. Es un optimismo prudente. Es cierto que ayuda mucho el creer que las cosas saldrán bien. Pero si sólo piensas eso y no eres cauteloso, te puedes dar un buen golpe.

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