Economía

El Gobierno prevé que Andalucía invierta 820 millones en I+D en 2015

  • La nueva Estrategia Estatal de Innovación creará las condiciones para que la región sume 5.500 empresas innovadoras más y genere 68.000 empleos de media y alta tecnología

"El sistema español de ciencia va a velocidad de crucero, mientras que el de innovación lleva décadas de retraso y aún necesita despegar". Ésta es la paradoja a la que se enfrenta nuestro país a juicio del secretario general de Innovación del Ministerio del ramo, Juan Tomás Hernani. Un abismo que se aprecia en los datos. España ocupa el noveno lugar en el ranking mundial de producción científica, pero es incapaz de traducir toda esa generación de conocimiento en productos y servicios reales con salida al mercado. En términos de innovación, el país ocupa el decimosexto lugar a nivel internacional.

En medio de este contexto, el Gobierno ha desarrollado la nueva Estrategia Estatal de Innovación E2I, una de las patas fundamentales de la futura Ley de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación -se aprobará en Consejo de Ministros el próximo 12 de marzo-, y que se marca ambiciosas metas para dar un vuelco a la actual situación. "Queremos duplicar la actividad innovadora en España, algo que no se consigue ni en un año ni en una legislatura, pero que sí puede ser factible en 2015", explicó Hernani en el marco del Foro Innovatec, una iniciativa promovida por Cartuja 93 y Cajasol.

Pero este reto, ¿en qué objetivos concretos se traduce? Básicamente, en tres. Lograr que nuevas compañías realicen actividades innovadoras, en torno a 40.000 más; incrementar la inversión privada en I+D, hasta superar los 6.000 millones de euros; y sumar medio millón de empleos cualificados a los sectores de media y alta tecnología. Hernani avanzó que esta estrategia supondrá para Andalucía la creación de casi 5.500 empresas innovadoras, 68.000 puestos de trabajo y más de 820 millones de gasto privado en este capítulo de aquí a 2015.

"Para alcanzar estas cifras no basta con pequeños cambios ni con ajustes voluntaristas; se necesita una política de innovación con altas dosis de cambio", indicó el secretario general de Innovación. Hernani describió la estrategia como un pentágono con cinco ejes fundamentales que giran en torno a la transferencia de conocimiento.

El primer vector a afrontar son las finanzas, ya que para que una empresa se vuelque con la I+D necesita recursos. "La subvención debe servir para empezar, pero la actividad innovadora debe autosostenerse", sentenció. De ahí que los esfuerzos se centren en desbloquear el cierre del grifo crediticio de la banca y el capital riesgo. "Queremos llegar a los 1.000 millones de financiación bancaria", estimó. Y, además, se fomentará la figura del inversor en innovación, esto es, se crearán canales para que éstos puedan localizar y apostar por las nuevas oportunidades de mercado.

En segundo lugar, el Gobierno lo que persigue es crear un tejido industrial potente. "En 2025 podemos ser líderes en áreas como la economía verde, la i-Administración, la salud o la industria de la ciencia", señaló Hernani.

La tercera pata es la internacionalización. "No podemos vivir de nuestros mercados locales", espetó el responsable, que se quejó de una balanza comercial de alta tecnología deficitaria. "Hay que multiplicar las operaciones con Latinoamérica y la cooperación con países en desarrollo a los que podamos vender nuestras tecnologías", explicó.

El cuarto frente es el de la cooperación entre comunidades autónomas y Gobierno central a la hora de poner en marcha las nuevas políticas. "Desde Madrid no podemos atender todos los asuntos, así que debemos crear espacios de gestión compartidos para ser más eficientes", aseguró. Por último, mencionó la necesidad de contar con las personas, "los principales actores de la política de innovación y del cambio cultural que requiere España".

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios