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Tribuna

El Poder Político al amparo de las Redes Sociales

  • Juan Merodio analiza el 'aterrizaje' de los políticos a la comunicación 2.0, acentuada con motivo de la campaña electoral.

Las Redes Sociales están entre nosotros, de eso ya no hay duda, y han venido para quedarse y seguir creciendo. A día de hoy los consumidores están en las redes sociales por lo que las empresas que quieran comunicarse con ellos de una manera más eficaz tienen también que estar en medios sociales si quieren llegar a ellos. Por esta misma razón, la comunicación política debe adaptarse a dónde están los consumidores de votos o votantes para que el político establezca una comunicación directa con ellos, un nuevo canal que haga que los votantes lo sientan más cercano y que realmente están ahí para ayudarnos.

Los datos del crecimiento en usuarios de Facebook en España entre 2007 (últimas elecciones municipales) y 2011 (actuales elecciones municipales) son especialmente llamativos: En 2007 en España el número de usuarios de Facebook era de 220.000 mientras que en diciembre de 2010 los usuarios de Facebook en España llegaban a los 12 millones. Esto supone un crecimiento de más del 5.454%. 

Este crecimiento unido al de otros medios sociales como Twitter, Tuenti o YouTube pone de manifiesto la importancia para que un político integre en su plan de comunicación global las redes sociales como un canal más y de gran importancia para poder lograr uno de sus principales objetivos: el llegar a la gente.

Atrás dejamos las octavillas repartidas en mano, las quedadas políticas por SMS desde móvil; ahora la manera de comunicarnos y organizar quedadas es mediante las redes sociales y además el poder de convocatoria de éstas es mucho mayor que el de los SMS.

Las redes sociales han creado un nuevo sistema de intercambio de información que ha modificado el espacio y el tiempo en nuestras vidas, tanto a nivel personal como profesional.

Así por ejemplo, de cara a las próximas municipales, un perfil de Twitter bien utilizado podrá ser una herramienta fantástica. El tradicional puerta a puerta se sustituirá, en ocasiones con menciones, mensajes directos, etc. Esta red dará la posibilidad de acercarse a un público o sector del electorado a la que tradicionalmente pudiese costar más trabajo hacerlo. Pero, como hemos dicho antes, esto sólo será posible si se hace dando un uso correcto a la red. De nada servirán los perfiles abandonados que únicamente existen para tener la exclusividad de un nombre o aquellos que tan sólo se dedican a reproducir las palabras de éste o aquel. Un perfil atractivo deberá escuchar lo que dicen sus seguidores, intentar ofrecer respuestas y satisfacer sus demandas. No sólo debe servir como altavoz, sino como medio para comunicarse de forma directa y bidireccional con los ciudadanos. 

Si nos centramos en Facebook, ya que a día de hoy es una de las principales redes sociales en nuestro país, podemos ver las posibilidades que le dan a un candidato político para llegar a la gente de una manera diferente.

¿Será la diferencia en las redes sociales de los candidatos proporcional a los votos que conseguirán?¿Se podrá establecer alguna ecuación que relacione el número de seguidores en redes sociales con el número de votos? Como ya demostrase la campaña de Mockus en Colombia con su marea verde, un mayor número de seguidores en redes sociales no asegura una victoria sobre el rival y es que depende mucho de las características de esos seguidores y de su segmentación.

Las redes sociales y la presencia de los candidatos en ellas son un arma de doble filo, pueden ayudar a ganar votos y confianza hacia los votantes pero también pueden ayudar a perderlo, por ello tienen que tener una estrategia muy bien organizada basada en la transparencia y en la aportación de un valor real al ciudadano.

Toda organización, si pretende tener cierta proyección, deberá gestionar una imagen en Internet que sea apropiada a sus fines. Esto hará que exista de cara al mundo ya que la red no sólo le pondrá en contacto con su público natural, sino que también eliminará las fronteras, estando disponible para todo aquel que disponga de una conexión a internet. Sin embargo, como dice el asesor en comunicación estratégica Pedro Marfil: "Antes de comenzar cualquier campaña online, es necesario plantear una estrategia basada en un análisis del contexto y un establecimiento de objetivos". Efectivamente, las acciones a desarrollar serán diferentes en función de lo que se busca: visibilidad, cambio de voto, movilización, etc. 

Tras la brillante campaña en internet desarrollada en el año 2008 por Barack Obama, los partidos parecieron apresurarse a poner en marcha una estructura online para intentar adaptarse a la nueva tendencia, sin embargo aún daba la sensación de que no comprendían el concepto 2.0. La red ofrece muchas posibilidades sí, pero de igual modo, requiere responsabilidades. La presencia en redes sociales requiere interactuar, comentar y participar, no únicamente estar. La política ha dejado, en este sentido, de ser un canal de comunicación de una sola dirección para convertirse en bidireccional. 

La gestión de estos perfiles no es asunto sencillo. Hasta hace poco, los partidos a nivel nacional, adaptaban a alguna de las personas de su gabinete de comunicación para la gestión de los perfiles y la estrategia digital. Sin embargo, en un ámbito más cercano (autonómico o municipal) ha sido más complicado encontrar a este tipo de equipos hasta bien cercana la fecha de las elecciones. 

Es curioso comprobar cómo es más probable que un político gestione su propio perfil a nivel local que a nivel nacional o autonómico. Probablemente, la agenda de los políticos a nivel estatal haga más complicada esta gestión. 

 

Pero más allá de quién esté detrás de ellos, lo que molesta a los seguidores es que no se sea claro respecto a la gestión de los mismos. Algunos representantes públicos se han encontrado con problemas al decir que ellos eran quienes llevaban sus propias páginas y comprobarse lo contrario. Es preferible reconocer que se trabaja con un equipo de comunicación online o de manera conjunta a mentir, porque tarde o temprano se descubrirá esta realidad y a los ciudadanos no les gusta que les mientan. 

Una buena campaña en la red debe sustentarse día a día con contenidos y con trabajo que transmita transparencia al ciudadano  y que sus representantes están realmente trabajando e intentando hacerles la vida un poquito más fácil. A su vez, los políticos ven la necesidad del uso de estos nuevos canales para dar a los votantes lo quebuscan: la cercanía del político.

En definitiva, creo que a los políticos españoles les queda todavía mucho trabajo por hacer en materia de comunicación 2.0, y sobre entender el cambio de concepto que ello implica y utilizar las redes sociales como lo que son, un canal directo de comunicación con sus votantes.

Juan Merodio es analista de internet y gestión 2.0

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