-¿La Jornada Mundial de la Juventud abre una etapa para la Iglesia en España?

-El cardenal Rouco Varela, y con él toda la Conferencia Episcopal Española,  apostó con valentía evangélica por la celebración de este evento. Estoy convencido de que se abre una época ilusionante y esperanzadora.

-¿Tanto influye una visita del Papa?

-Benedicto XVI nos ha situado en lo esencial de la fe cristiana y ha hecho una oferta para construir una sociedad más humana. En definitiva, nos anima para una nueva evangelización.

-El Papa afirmó que España puede progresar sin renunciar a sus raíces católicas. ¿Lo ve factible?

-¡Por supuesto! Porque creer en Dios no está reñido ni con el progreso ni con las ciencias.  

-También hay una corriente anticlerical…

-Algunas minorías de nuestra sociedad deberían de ser más tolerantes y superar los prejuicios anticatólicos por el bien de una convivencia pacífica.

-¿Cree que la JMJ de Madrid es la que ha tenido una mayor repercusión?

-Ciertamente. Los datos hablan por sí solos. Pero eso no surge de la noche a la mañana, sino que detrás de esos dos millones de jóvenes hay mucho trabajo en silencio  de sacerdotes, religiosos, familias, etcétera. Hay un trabajo realizado durante todo el año.

-¿Qué le ha llamado más la atención de lo ocurrido esos días en Madrid?

-La respuesta pacífica de perdón que tuvieron unos grupos de jóvenes, cuando se vieron insultados por unos intransigentes. También me admiró el gran silencio de adoración que se produjo durante la Vigilia  en Cuatro Vientos, ante el Santísimo Sacramento.

-Después de lo visto, ¿se puede decir que hay más jóvenes que vuelven sus ojos hacia Cristo?

-Algunos piensan que esto de la Iglesia es una cosa de viejos. Lo que ha sucedido en estos días es una prueba evidente de que la Iglesia es joven y está viva.  

-¿Qué mensaje breve se podría dar a los jóvenes, como resumen de la JMJ?

-¡Quien cree en Dios no está solo! Cristo no quita nada y lo da todo.

-A Benedicto XVI no se le ha visto con esa imagen de persona fría y distante que le atribuyen…

-Ésa es una falsa y manipulada imagen que se ha dado de Ratzinger. Quizá se debe a que su pensamiento es profundo y desmonta los mitos de la modernidad. 

-¿Ha sido también un éxito personal para el Papa?

-No cabe duda… Benedicto XVI personifica la bondad de la fe.

-Por cierto, tuvo una referencia explícita de elogio a usted como arzobispo castrense de España…

-Fue un saludo en público, inmerecido por mi parte, y que yo agradezco mucho. Pero aún más agradezco al Papa  las palabras de reconocimiento hacia los militares y en especial a los del Ejército del Aire, que tanto han apoyado los actos de Cuatro Vientos. 

-¿Ha sido difícil organizar unos actos tan masivos en Cuatro Vientos?

-Ciertamente que ha sido laborioso. La diócesis anfitriona de Madrid, con su  organización central de la JMJ, ha trabajado muy eficazmente en ello, y ha contado siempre con la colaboración de nuestra diócesis castrense.

-¿Le han molestado las manifestaciones hostiles de  grupos de ateos?

-Me ha dado pena. No se ajusta a la verdad lo que dicen. Hay toda una intención de hacer daño a los católicos.

-¿Qué le pareció el vía crucis con 15 pasos de la Semana Santa ?

-Ha sido muy importante. La JMJ se celebraba en España, que posee un gran patrimonio religioso. Este vía crucis con pasos ha sido la plasmación evidente de que la fe cristiana también crea cultura.

-¿Se puede interpretar como un apoyo explícito, con bendición papal, a las cofradías españolas?

-El Papa habló ese día de cómo Santa Teresa de Ávila y otros santos oraban ante la imagen de un crucificado. Por lo tanto, es una valoración de cómo a través de las imágenes pasamos del "amor  a lo visible al amor de lo Invisible". Éste suele ser el  camino más transitado por  la fe de los sencillos.

-Andalucía tuvo un papel importante en el vía crucis, al estar representada con seis pasos…

-Sí, ciertamente. Cada uno con su historia, devoción y el amor de sus gentes. Personificaban muy bien la rica piedad popular del pueblo andaluz.

-Uno de los más elogiados fue el trono del Cristo de la Buena Muerte, de Málaga.  Con el protagonismo evidente de los legionarios...

-La fe cristiana de los militares también tiene una dimensión social que no se debe ocultar.

-¿Le parece bien que los militares tengan ese protagonismo externo en algunos actos religiosos?

-El militar creyente tiene un derecho a vivir su fe. Y ese derecho lo debe tener tanto en el ámbito público como en el privado.

-Tras esta experiencia de Madrid, se ha recordado que inventar las JMJ fue un acierto de Juan Pablo II.

-Sí, pero no sólo por la experiencia que hemos vivido en Madrid, sino por todos los encuentros celebrados en estos 25 años. Durante estos años, las JMJ han creado varias generaciones de jóvenes que le deben su fe y compromiso de vida a esta gran intuición pastoral que tuvo el Beato Juan Pablo II.

-¿Podemos esperar una Iglesia católica más joven después de Madrid 2011?

-No se debería olvidar que Occidente es una sociedad envejecida. En proporción, la Iglesia católica es la institución que más jóvenes convoca. Pero tenemos que luchar contra el envejecimiento espiritual.

-¿También hay una vejez espiritual?

-Puede haberla... Hay que pedir a Dios que rejuvenezca el alma de muchas  de nuestras parroquias y comunidades, que están  envejecidas espiritualmente.