Ana Belén. Actriz y cantante

"Lo trágico no es el IVA, sino el desdén por la cultura"

  • Ana Belén regresa al teatro de la mano del director José Carlos Plaza y el escritor Vicente Molina Foix con 'Medea', que inicia en el Lope de Vega su gira española

-Tras encarnar a Fedra y Electra, concluye con Medea su aproximación a las mujeres fuertes y las pasiones imperecederas junto al director José Carlos Plaza. ¿Qué hay de Ana Belén en cada una de ellas?

-Medea, Fedra y Electra son personajes muy distintos y todos muy llevados al límite. De Ana Belén están sus emociones, a cada una le doy las que necesita, que son muy diferentes, pero todas están pasadas por mi filtro. Cuando estudias a un personaje intentas entender sus sentimientos y luego le das forma desde tu propia verdad.

-El maestro Pedro Moreno, Goya por sus diseños para El perro del hortelano y Goya en Burdeos, afirmaba en Mérida, donde recogió el Premio Ceres por su vestuario para esta Medea, que está usted inmensa en el rol [el Premio Ceres a la mejor actriz se lo llevó Aitana Sánchez-Gijón por otra Medea, la de Andrés Lima].

-Cualquier elogio de Pedro Moreno me hace muchísima ilusión. Él ha hecho una maravilla de trabajo en nuestra Medea porque, aparte de sus diseños, del primor con el que trata las telas, las pinta y las trabaja, es un hombre de teatro-teatro. Me gusta muchísimo la gente como él que no se limita sólo a su parcela de la función sino que, además, tiene una visión por encima de eso y entiende por qué saltamos los actores, lloramos, moqueamos o nos rompemos un pie en una roca. Esa visión es fantástica.

-Su carrera teatral comenzó cuando era una adolescente de la mano de Miguel Narros y contó con la complicidad de Berta Riaza y Julieta Serrano, actrices que la tutelaron en sus inicios en la compañía del Teatro Español. ¿Cuánto les debe su carrera?

-Berta Riaza y Julieta Serrano, siempre lo he dicho, han sido mis grandes maestras. Todavía cuando ensayaba esta Medea le decía a José Carlos Plaza, el director, que pienso constantemente cómo lo haría Berta. Y cuando me reencontré en Mérida con Julieta Serrano en la Electra fue un momento para mí tan emocionante... Tengo mucho respeto, sin pretenderlo, por los que han sido mis maestros. Y no me refiero sólo a ellas, a Narros o a Plaza y Leighton, que me han dado clases, sino a esos maestros con los que has compartido escenario, vivencias, giras... sean actores, directores o técnicos. Me gusta atesorar dentro de mí toda esa memoria.

-¿Es el teatro el refugio de las actrices en España frente a la obsesión por la juventud del cine?

-Siendo como ha sido este país de machista, y como sigue siendo, porque el traje de machista no se quita así como así al tener que ver con lo ancestral, con la religión, con tanto peso como hemos soportado, un peso que Estados Unidos se quitó hace años... sí. Yo creo que la verdadera revolución del siglo XX ha sido la de la mujer. Y siempre he pensado que las mujeres actrices en el teatro hemos gozado de una libertad que no han disfrutado otras mujeres en la vida cotidiana. En la época más jodida de la dictadura había mujeres que interpretaban lo que se podía y para lo que te contrataban pero, dentro del teatro clásico, incluido el teatro clásico español, hay personajes femeninos absolutamente maravillosos. Por ahí creo que las mujeres actrices de teatro hemos tenido una cierta suerte. Más que en el cine. Y me parece que hay que reivindicarlo. El problema es que eso no se traduce en otros ámbitos dentro del mismo teatro. Sigue habiendo pocas mujeres directoras en el teatro igual que en el cine, hay pocas técnicas, guionistas.... Es una pena y ahí es donde hay que reivindicar mucho más a la mujer, dentro del mundo de la creación.

-La gala de premios del último Festival de Mérida, como antes ocurriera con los Goya y los Max, se convirtió en un clamor contra el IVA cultural. ¿Cómo afronta su compañía, totalmente privada, esta situación?

-Somos una isla en el panorama general, una compañía privada que mueve en esta gira española de Medea, sólo de actores, a nueve personas, sin contar los técnicos y el resto del equipo. Es un riesgo, obviamente. ¿Por qué se hacen tantos monólogos ahora? Basta que un actor se suba a una silla y ya tienes un espectáculo. Y eso está bien también pero por trabajar, por expresarnos, y porque vivimos de esto, se han llegado a eliminar tantas cosas que estamos trabajando en general bajo mínimos. El abusivo IVA cultural... Ya estoy cansada, es la eterna función. Y te tiras las manos a la cabeza cuando ves publicado en un medio que se va a bajar. Pues claro que no se va a bajar, y lo sabemos, porque el 21% del IVA cultural es sólo un síntoma. Lo verdaderamente trágico es el desdén por la cultura.

-¿Y por qué se ha llegado a ese desdén?

-Pues porque todo se ha ido abaratando y desde el momento en que te llaman titiritero como un insulto, cuando no lo es... Es triste y lamentable que desde la Administración sólo encontremos obstáculos, porque creo que no ha habido otro momento de mayor creatividad que éste, por la confluencia de generaciones, de ideas nuevas... y porque las dificultades aguzan el ingenio.

-¿Volverá pronto al cine?

-Estaré de gira con Medea hasta marzo pero participaré en La reina de España, que es la próxima película de Fernando Trueba: una cinta coral que es la continuación de La niña de tus ojos, de nuevo con Penélope Cruz, Antonio Resines y Santiago Segura.

-Y aún tiene pendiente recoger el Grammy Latino por toda su trayectoria.

-Sí, será el 19 de noviembre en Miami. América Latina es muy especial en mi carrera y allí continuaré también, junto a Víctor Manuel, la gira de Canciones Regaladas.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios