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Salud sin fronteras

josé Martínez Olmos

Sida ahora

AHORA que se acerca la conmemoración del Día mundial del VIH/SIDA, es buen momento para reflexionar sobre la situación de esta enfermedad que tanto ha dado que hablar en los últimos años.

A nivel mundial, hay que señalar que a finales de 2014 había en el mundo unos 36,9 millones de personas infectadas por el VIH, según señala un informe publicado estos días por Onusida, por lo que se demanda que se realice un mayor esfuerzo para instaurar programas de prevención y tratamiento, debido a que se estima que menos de la mitad están actualmente recibiéndolo, (no llega a 16 millones de personas tratadas). La necesidad de avanzar en estos programas de prevención y tratamiento en clave global, es lo que justifica la petición de que en vísperas del Día Mundial del Sida 2015, las organizaciones internacionales llamen a los países a adoptar la Estrategia de Respuesta Rápida de Onusida para pasar a duplicar el número de personas en tratamiento contra el VIH en 2020.

A pesar de no estar cubiertos por tratamientos eficaces ni el 50% de las personas afectadas, se ha incrementado la cobertura y ahora es el doble de pacientes que hace cinco años (7,5 millones en 2010) y supera ampliamente los 2,2 millones que eran tratados en 2005. La OMS se plantea acabar con el SIDA para 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y es por eso que los países están adaptando la Respuesta Rápida para acabar con el sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Onusida estima que a finales de 2014 las nuevas infecciones por el VIH habían disminuido en un 35 por ciento desde el máximo del año 2000 y las muertes relacionadas con el sida se redujeron en un 42 por ciento desde el máximo de 2004.

En los últimos años, los avances en el conocimiento de esta enfermedad, los avances en la disponibilidad de terapias eficaces y la aplicación de medidas de prevención de manera amplia, han cambiado el panorama del VIH/SIDA y han permitido afrontar la epidemia de otra manera. Pero ello ha sido desigual y hay países que están en una situación aceptable y otros que aún tienen mucho camino que recorrer. Por eso, Onusida identifica 35 países que han de adoptar la Respuesta Rápida, los cuales, juntos, suman el 90% de las nuevas infecciones por el VIH.

Los expertos consideran que si las acciones se centran en la localización y la población y en los programas que ofrezcan el mayor impacto, se obtendrán grandes beneficios para el año 2030. Pretenden evitar así, 21 millones de muertes relacionadas con el sida, 28 millones de infecciones por el VIH y 5,9 de infecciones en niños hasta el año 2030.

Esta es la cuestión. Tal como se asume como lema de estas columnas, el objetivo es "Salud sin fronteras" y por eso, llevar a países en desarrollo acciones y terapias eficaces es necesario y justo. Es una tarea imprescindible de Onusida que yo aplaudo.

Ello no obsta para cuestionar el retroceso que hemos tenido en España en este campo a lo largo de estos últimos 4 años en los que desde el Ministerio de Sanidad se han recortado de manea drástica los presupuestos para cooperar en la prevención y en el trabajo que se hace en comunidades autónomas, ayuntamientos y ONGs y en los que, incluso, se ha eliminado la secretaría del Plan Nacional de SIDA.

Hay que reponer las políticas que dieron resultado y reforzarlas. Aquí y fuera de aquí. Sin fronteras.

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